¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

La población dominicana es considerada mayormente cristiana.Se estima que los pertenecientes a la Iglesia católica son los más numerosos, nucleándose en esa denominación religiosa un mayor número de gente influyente debido a las posiciones que ocupan en los estamentos de poder de la sociedad.
No estaría mal que los cristianos católicos, evangélicos u ortodoxos militantes en partidos políticos, los políticos con cargos en la administración pública y privada, los legisladores, comerciantes etcétera, pensaran en estos cincuenta días del Tiempo Pascual en renunciar a las ambiciones y a la codicia para ganarse la promesa de Jesucristo.
Hoy es el primer día después de la Pascua de Resurrección, ocurrida según las escrituras al tercer día de la crucifixión, como finalizó la persecución y apresamiento de que fue víctima Jesús por los que se oponían a sus prédicas de las buenas nuevas al pueblo hebreo.
La pascua comienza el Domingo de Resurrección y marca la terminación de la Semana Santa,dando paso al Tiempo Pascual, que dura cincuenta días y concluye el Domingo de Pentecostés.
Para el cristiano,la Pascua es la esperanza de la resurrección, de una nueva forma de vida representada en el regreso de Cristo de entre los muertos, convicción que hace a muchos de ellos, en la fecha que recuerda la muerte del Mesías, proponerse abandonar los hábitos contrarios a las enseñanzas y mandatos divinos.
Una de las causas que ha hecho a muchos pueblos alejarse de las religiones es el ejemplo de las personas identificadas como cristianas católicas o evangélicas, pero actúan de modo distinto a las ordenanzas de las sagradas escrituras en las sociedades donde se desenvuelven, dejando una estela de desaprobación en los demás.
El creyente está obligado a demostrar en la práctica respeto a los principios derivados de sus creencias en cada acto de su vida. Por ética, debe renunciar a participar en actividades contrarias al bien de las demás personas, es decir, no robar, no cometer acciones deshonrosas, defender al más débil, ser justo, solidario y correcto.
La espiritualidad eclesial está en crisis: los abusos sexuales a niñas y niños, las relaciones engañosas, la penetración del marketing capitalista, sacerdotes y predicadores fomentando desde el púlpito la ambición de dinero, la vanidad, el hedonismo y la farsa.
En las iglesias modernas el diezmo diferencia los devotos. Han creado corporaciones de medios de comunicación para aumentar sus influencias y las usan para distorsionar las conciencias de los incautos; cobran las oraciones, los servicios tienen escalas de precios, las donaciones generalmente no son utilizadas para lo que se solicitan, entre otras actuaciones reñidas con los mandamientos de la Ley de Dios y de la sociedad.
Ojalá que presidentes y funcionarios que dicen ser cristianos se comporten como tales; que los católicos comulguen cuando asistan a misas y tedeum, tomando medidas justas, respetando los recursos del Estado, siendo honestos e impartiendo justicia con equidad: entonces se podrá creer que son consecuentes con sus creencias.

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