VALLEJUELO, San Juan. – Tres meses de prisión preventiva recibió ayer Dionisio Ogando Vicente (Chijo), de 29 años, acusado de la muerte de su tío Ercilio Ogando Aquino, de 57, y de Juan Bautista Encarnación, de 50, cuyos cuerpos habría enterrado a seis pies de profundidad en una mina de piedra de la comunidad Sonador.
Tras escuchar la decisión, no pronunció una palabra, según pudo observar este redactor. Debe cumplir en la cárcel del kilómetro 15 de Azua.
Los hombres se desempeñaban como vigilantes de unos equipos de una empresa en Sonador, dedicada a la extracción de materiales de construcción y el móvil del crimen sería una herencia.
Lo que originó la tragedia, según los informes, fue que mientras las víctimas les entregaban parte de dinero cada mes a los hermanos del victimario, este reclamaba lo suyo, petición que nunca fue aceptada porque salió a relucir que no es hijo de Fabio Aquino Ogando, por lo que no podía heredar.
El asesinato no solo ha dejado estupefactos a los residentes en el humilde y trabajador paraje Sonador, sino a las principales autoridades, dirigentes políticos y sociales de este municipio, sobre todo, porque el crimen lo habría cometido un sobrino de una de las víctimas.
Pues hasta donde se tiene conocimiento, es la primera vez que en este municipio, cuya actividad económica principal es la producción de cebolla roja, ocurre una tragedia de esa naturaleza, y más aun, entre familia.

El alcalde, Silixto Encarnación, pidió a las autoridades realizar todas las investigaciones de lugar sobre ese trágico caso, afirmó que es la primera vez que ese tipo de tragedia ocurre en este municipio.
En tanto, el exalcalde Andrecito Cipión, al ser consultado por este diario dijo que es lamentable lo que está pasando en nuestra sociedad en sentido general, se ha perdido el amor a la familia, esto debe llamar la atención no solo a las autoridades sino a todos los actores sociales y políticos.