La corriente Luis Abinader Presidente (LAP) del Partido Revolucionario Moderno (PRM) emplazó esta tarde al Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez a demostrar su responsabilidad y voluntad política creando una comisión independiente, integrada por representantes de la Procuraduría, la sociedad civil, juristas honorables y especialistas internacionales en seguridad, para que realice una auditoría general al cumplimiento de las penas por parte de los condenados, a los actos de excarcelación, y el destino de cuerpos del delito ingresados al Ministerio Público, como bienes mueble e inmueble y dinero en efectivo.

Roberto Fulcar, coordinador general del equipo político de Abinader, hizo el planteamiento en respuesta al emplazamiento que hiciera el Procurador al aspirante presidencial del principal partido opositor, de que le presentara pruebas, mostrando publicaciones periodísticas sobre internos que han salido a las calles y han sido atrapados delinquiendo pese a no haber cumplido sus sentencias.

Dijo que esos internos no pudieron ponerse en libertad por sí mismos y que tuvieron que contar con la complicidad de funcionarios del sistema judicial y carcelario para salir a delinquir.

Una desfachatez. Fulcar consideró una desfachatez del Procurador solicitar pruebas sobre las denuncias de que presuntas mafias de delincuentes y funcionarios a cargo de su vigilancia facilitan su salida de las cárceles para que continúen cometiendo fechorías.

“Hay que tener una cara muy dura, como el Procurador, para emplazar al líder de la oposición, Luis Abinader, a que le busque pruebas de acciones que son parte del ostensible secuestro del sosiego y la seguridad ciudadana, que mantiene a la sociedad dominicana bajo un clima de incertidumbre y temor, sin que se produzcan acciones efectivas de las autoridades”, expresó.

Señaló que la falta de esas acciones son responsabilidad del procurador Rodríguez, quien a su entender dirige el sistema penitenciario y debe estar a cargo de la formulación e implementación de las políticas y planes de prevención y control de la criminalidad, así como de coordinar y ejercer la investigación y la acción penal pública en representación de la sociedad.

“Antes de andar haciendo emplazamientos, el Procurador debería enterarse de situaciones que no podrían producirse, de ninguna manera, sin la complicidad de autoridades que actúan en contubernio con la delincuencia, y que el pueblo denuncia como mafias.

«¿Dónde está Quirinito, señor Procurador? ¿Acaso no es cierto que fue su propio despacho el que informó a la opinión pública a través de los medios de comunicación que José Gabriel Báez Abreu, condenado a 30 años por intento de asesinato, se fugó de un centro de salud en Nagua, cuando un grupo armado le facilitó la huida?»

«¿Tampoco es cierto, o quizás no recuerda que al capitán de yola David Cepeda Calcaño, más conocido como “El Gordo“, se le impuso una condena de 15 años por la muerte de 57 personas, a los 3 años se le dejó en libertad y el pasado mes de marzo se le apresó de nuevo por estar transportando ilegalmente 23 más en yola hacia Puerto Rico?»

«¿Cómo fue que a Juan Reynaldo Ramírez Rendón, un colombiano que había sido condenado a 20 años de prisión porque se le encontraron 95 kilos de cocaína, se le liberó bajo fianza y continúa en libertad?»

«Quizás no esté enterado el Procurador de que las heridas de bala que le produjeron al oficial que respondía por la seguridad del padre de la Primera Dama, fueron causadas por delincuentes que no deberían estar deambulando armados, dados sus antecedentes delictivos, y que operaban con la libertad de acción que les brinda el sistema carcelario ineficiente y sin control, que depende directamente del Procurador», refidió.

«¿Desconoce el Procurador que delincuentes que deberían estar cumpliendo sus condenas en las cárceles, andan en las calles cometiendo fechorías?

«El procurador es el único que ignora cómo delincuentes de cuello blanco viven a sus anchas en las cárceles y que incluso salen a recrearse bajo la complicidad de sus custodias?
¿No recuerda el Procurador como fue que murió el narcotraficante Florián Félix, al final de una concurrida fiesta en la celda?

¿Desconoce el Procurador el mundo de privilegios, drogas, armas, tráfico de influencias y corrupción general que se puede encontrar en muchas de nuestras cárceles?