Cifras y hechos contradicen al Ministro

Cifras y hechos  contradicen al Ministro

Las criticas a la política monetaria son tan antiguas como Karl Marx, lo nuevo es quien la hace tan ferozmente y que tiene en contra cifras, hechos y teorías, es decir, casi nada. Me refiero a las afirmaciones del ministro de Economía y Desarrollo en la UASD, que un macroeconomista podía desmontar de la siguiente manera, de haber tenido un turno al bate.
Primero, no es cierto que el objetivo de la política monetaria sea atraer capitales externos. Depende de la confianza del inversionista, aumenta sus apuestas y deja de tener aversión al riesgo si la inflación es poca y controlada, si es lo contrario duda del futuro de la economía.
La estabilidad de los precios es el objetivo de la política monetaria, se ha logrado, está a la vista, la economía suma 60 meses con los precios subiendo poco, demostrando que el Banco Central no se ha desviado de su objetivo de inflación formal y no está dispuesto a extender el tiempo para alcanzarlo.
Con cifras y cálculos, el macroeconomista hubiese hablado de la correlación positiva entre poca inflación y creación de empleos productivos, dicho de otro modo, que los precios más competitivos impulsan la creación de empleos, que la economía ganó competitividad y la estabilidad del peso frente al dólar hizo se ganara todavía más competitividad. Recordándole lo que está demostrado en la literatura especializada: la inflación indeseada es fuente de desigualdad y pobreza, destruye puestos de trabajo.
Y preguntando al Ministro por qué no analizó estos hechos, también que los precios a los que acaban vendiendo fuera las empresas, los más relevantes a la hora de medir la competitividad frente al exterior, se beneficiaron de la poca inflación y de la estabilidad del peso frente al dólar.
Segundo, no es cierto que para atraer capitales la economía necesita una tasa de cambio sobrevaluada. Con aire de saber la respuesta el macroeconomista hubiese preguntado cómo fue que se produjo el repunte de flujo de capital hacia el país, que abarca desde inversión extranjera directa hasta posiciones en instrumentos financieros, sin encarecerse el dólar y la vida del dominicano de calle, porque un dólar más caro por lo regular se transfiere al índice de inflación.
Sin esperar respuestas a sus preguntas aconsejo al gobierno tener presente que la guerra comercial Trump-Xi Jinping frena el PIB global, para el FMI restara medio punto al crecimiento. Lo inteligente es invitar al inversionista a apostar por un peso estable frente al dólar, atractivo para transacciones comerciales y de capital. El peso ha superado situaciones extremas, citando que resistió la apreciación del dólar cuando la Reserva Federal endureció su política monetaria que desplomó monedas de países más avanzados que nosotros.
Conociendo la UASD, donde estudié, estoy seguro que por respondón mandan a sentar al macroeconomista, no lo hace sin antes soltar esta perla: tampoco es cierto, como dijo el Ministro, que el Banco Central por interés propio y para atraer capitales externos mantiene alta la tasa de interés real. Que olvidó conceptos básicos. Nuestra economía no está aislada, se desenvuelve en un mundo cada vez más global, donde los tipos de interés aumentan si las expectativas de inflación y la prima de riesgo muestran ascenso. Lo sentaron por hablar mucho.

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