En el caso de Sacha Tebó, no sólo estamos ante el legado de uno de los más sensibles exponentes del arte haitiano, dominicano y caribeño que profundiza sobre las terribles devastaciones ontológicas que perfilan nuestra subjetividad y nuestra polisíntesis cultural identitaria, sino también ante una muy íntima, brillante y trascendente elaboración metafórica de la magia consustancial del Caribe, lo real tmaravilloso y la consciencia latinoamericana contemporánea…

Celebrando el XV aniversario del viaje hacia la inmortalidad de Sacha Tebó (1934-2004), el Centro Cultural Quinta Dominica, localizado en la C/Padre Billini #202 de la Ciudad Colonial, y la Fundación Sacha Thébaud, Inc., encabezada por su viuda, María de Los Ángeles-Angeline-Gracia y su hija, Nuria Gracia, han organizado la importante exposición “Travesías en Sugar” (09-05/06/2019), compuesta por un representativo extracto de la producción de este influyente y emblemático artista haitiano que ha incluido pinturas sobre tela, instalaciones con materiales diversos y esculturas en bronce, madera y aluminio.
Se trata de la tercera exposición-homenaje que le organizan la Fundación Tebó y Quinta Dominica al extinto artista, permitiendo apreciar nuevamente una serie de obras pictóricas y escultóricas que devienen axiales en el magistral y significativo legado artístico de Sacha Tebó. En esta ocasión, entre un total de 47 obras, la pieza protagónica ha sido la instalación escultórica titulada “Sugar”, conservada y exhibida por el Centro León Jimenes en Santiago de los Caballeros durante los últimos 15 años.

El cuerpo de obras de “Travesías en Sugar”, ha puesto nuevamente en evidencia la especializada gramática plástica; los ideales estético-filosóficos; la espiritualidad y la mística poética distintivas de la personalidad creadora de Sacha Tebó. Pero también su excepcional rigurosidad técnica; su mixtificada “metalurgia” lingüística y su compleja experiencia existencial. Otros elementos característicos de estas obras, radican en la singularidad de sus reformulaciones conceptuales, sígnicas y cromáticas, así como en la misma unicidad de sus reflexiones en torno a problemáticas históricas, ecológicas, migratorias y socioculturales que resultan dramáticamente definitorias del Caribe como “frontera imperial”.

Así, “Travesías en Sugar” se constituye en un nuevo y loable esfuerzo de Angeline y Nuria Gracia desde la Quinta Dominica en favor de la justa valoración del trascendental legado estético de Sacha Tebó, uno de los más preclaros y sensibles exponentes del arte caribeño en cuya obsesiva travesía creadora llegaría a materializar, con unos niveles óptimos de artisticidad, sutileza, gracia y vitalidad expresiva, las más profusas e implicantes dimensiones de la historicidad, el paisaje social, la interracialidad, la multiculturalidad, el sentido de la tierra, el espacio-tiempo y la subjetividad en el Caribe contemporáneo.

El universo visual de Sacha Tebó nos atrae especialmente por su esplendor metafórico; por la multiplicidad de planos cromáticos y los formidables juegos texturales de su policromía. Asimismo, su insólita competencia creativa se refleja en la riqueza de variaciones tonales, líneas y planos armoniosos que estalla en sus dibujos y superficies pictóricas. Sus reacciones escultóricas e instalativas, entre un simbolismo íntimo de espíritu esotérico-primordial y una recursividad informal de raíces minimalistas, siempre basados en elementos geométricos, líneas y ritmos simples, intensifican notablemente el diálogo placentero y la excitante aventura espiritual de los espectadores.

En este sentido, precisa el Dr. Odalis G. Pérez, catedrático de historia y crítica del arte en la Universidad Autónoma de Santo Domingo: “Los ejes del acto creacional se definen en Sacha Tebó como un tipo de invención que necesariamente remite a los orígenes, a los espacios sagrados donde el vuelo, el tempo sensorial y el punctum escultórico, producen desde la mirada y el mirar, los efectos daimonicos del movimiento material”… Por su parte, el reconocido especialista haitiano Gérald Alexis, apunta sobre la obra dibujística de Sacha Tebó: “En este pasaje que efectúa del volumen de sus estructuras arquitectónicas a la bidimensionalidad de la obra pictórica, la línea viene, en efecto, a cumplir una función primordial”…