El exdirector de Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillados (Inapa) Roberto Rodríguez, acusado de recibir sobornos de Odebrecht y enviado a juicio de fondo por el juez Francisco Ortega Polanco, anunció ayer que apelará la sentencia, la que considera injusta, ya que no fueron verificadas las pruebas que a su entender demuestran su inocencia.
Durante una rueda de prensa en un restaurante de de la Capital, Rodríguez afirmó que Ortega Polanco actuó con irresponsabilidad, cobardía e indolencia, ya que a pesar de que los argumentos del Ministerio Público no tenían sustento legal, decidió enviarlo a juicio.
“Ese señor, vestido de toga y birrete, disfrazado de juez de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), obvió su responsabilidad de analizar las pruebas, ya que lo único que le interesaba era dejar complacidos y satisfechos a sus emperadores”, expresó.
El exfuncionario indicó que el magistrado tuvo miedo de tomar la decisión correcta para no afectar sus planes futuros: permanecer siete años más en la SCJ, por lo que no le importó mentir.
‘Si ese tuviera que ver morir a alguien para lograr su objetivo, no lo pensaría dos veces’, agregó.
El también exsenador manifestó que el juez Ortega Polanco es una vergüenza para la justicia dominicana y que no cree que la conciencia lo deje tranquilo después de semejante decisión.
Aseguró que las tres veces que ha quedado dentro del proceso, “ha sido por supuesto dinero, y ninguna de las tres veces el dinero ha aparecido”.
La apelación. Los abogados de Rodríguez dijeron que aunque la ley prohibe que la decisión sea apelada, en este caso sí aplica, ya que la misma está plagada de vicios de inconstitucionalidad, por lo que creen que la segunda Sala de la SCJ acogerá su apelación.
Francisco Campos y Claudio Stephen dijeron que para el juez Ortega las pruebas presentadas fueron como si no existieran.
1. Para no afectar planes
Roberto Rodríguez dijo que el magistrado tuvo miedo de tomar la decisión correcta, para no afectar sus planes futuros: permanecer siete años más en la SCJ.

2. Una vergüenza
Dijo que el magistrado es una vergüenza para la justicia y que no cree su conciencia lo deje tranquilo luego de esa decisión.