Policías lloran por la muerte del cabo Cristopher Turbí Ruiz

Policías lloran por la   muerte del cabo Cristopher Turbí Ruiz

Sepultan restos de cabo PN asesinado en un atraco en Villa Mella. Hoy/Arismendy Lora

Con la bandera nacional envolviendo el ataúd, en una escena de dolor donde el llanto y el lamento estuvo presente, una multitud de civiles y policías escoltó ayer hasta su tumba en el Cementerio Cristo Redentor, los restos del cabo de la institución del orden, Cristopher Turbí Ruiz, quien fue muerto por desconocidos de cinco disparos mientras compraba la cena de sus dos hijos en Villa Mella.
Inconsolable, mientras era sostenida por algunos familiares y amigos, estaba su esposa Nisa Peralta de Jesús, una joven mujer de 26 años, quien todavía en estado de shock, hizo un esfuerzo para exigir justicia.
“Ay mi policía. Dios mío que dolor tengo. Yo lo único que quiero es que se haga justicia y el que hizo que pague por esto”, dijo tratando de tomar un respiro.
Entre llanto la joven narró que el asesinato de su esposo, dejó sin padre a sus dos hijos, Brinifer Turbí Peralta de 6 años y Briangel Turbí Peralta de apenas un años y tres meses.
“Quiero que investiguen y que eso no se quede ahí, porque no fue a cualquier policía que ellos mataron, fue a un policía serio”, agregó Nisa Peralta de Jesús.
Expresó que sus compañeros de la Policía Nacional prometieron que investigarán hasta dar con los dos individuos.
El cabo Turbí recibió cinco disparos, de los cuales 3 fueron en la cabeza, en un hecho que se produjo el miércoles a las 10:00 de la noche en un pica pollo ubicado en la avenida Hermanas Mirabal, en el sector Casa Vieja.
Algunos de familiares entrevistados descartaron que se tratase de un atraco, pues los asesinos fueron directamente hacia el agente policial, quien se encontraba sentado en compañía de dos personas, esperando que le sirvieran un pedido.
Tras cometer el hecho de sangre se apoderaron de su arma, mientras su acompañante encañonaba y despojaba de la escopeta, calibre 12, al seguridad y emprendieron la huida.
Según explica la Policía en un informe, en los bolsillos del cabo Turbí habían RD$8,000 en efectivo, cinco dólares y 100 pesos chilenos, su celular y sus documentos personales.
Sospechas de sicariato
Aunque prefieren esperar que las investigaciones digan quienes son los culpables, el rumor de que Turbí Ruiz fuera mandado a matar está en el ambiente, ya que su accionar de agente correcto e intachable, lo hacía no convivir con ciertas personas en el vecindario. Algunos contaron que en tiempo atrás, Turbí tuvo un problema muy serio con personas de la zona. “A él lo estaban ubicando. Fue derecho para donde él. Entre tanta gente nada más van hacia él. El tuvo un problema, y no son gente seria”, dijo una vecina en el entierro.

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