Los inversionistas globales están atrapados entre la espada y la pared. En un extremo, hay un mundo con US$13 billones de deuda de rendimiento negativo, la mayor parte de la cual proviene de mercados desarrollados. Del otro lado están las economías en desarrollo, todavía vulnerables a las conmociones externas que podrían acabar con las ganancias de un año en unas pocas semanas.
Si bien puede parecer que el capital de riesgo no tiene a dónde ir en estos días, una mirada a fondo muestra que abundan las oportunidades para sortear las turbulencias actuales y futuras: guerras comerciales, desaceleración global y conflictos geopolíticos. Unas cuantas economías emergentes podrían ofrecer mejores probabilidades de ganancias de capital en los próximos 18 meses, según un estudio de Bloomberg sobre la estabilidad financiera, las perspectivas de crecimiento y las de flexibilización monetaria.
Esta es la sorpresa: los países que sobresalieron en el estudio incluyen aquellos que han pasado por una turbulencia considerable en los últimos cinco años y han estado construyendo sus cimientos de manera lenta pero segura para mejorar sus perspectivas de progreso.
Comenzando con tasas comparativamente más altas que las de sus pares de mercados desarrollados, la reciente inclinación hacia un enfoque suave por parte de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo ha brindado suficiente margen de maniobra para estas economías de mercados emergentes.
Cuando se analizan a la luz de sus ofertas de rendimiento, estos países se destacan: Brasil, México, Rusia y Filipinas.
Estos países pueden estar en todo el mapa y cada uno puede tener sus problemas idiosincrásicos únicos. Pero hay un hilo común debajo de la selección. La mayoría de ellos se encuentran fuera del alcance inmediato de las guerras comerciales (China y la Unión Europea), tienen rendimientos reales más altos y se prevé que tengan algunas de las mejores tasas de crecimiento hasta finales de 2020.
Para rematar, a medida que aumentan las expectativas de reducción de tasas, los bonos de estos países con los rendimientos actuales pueden ser rentables.
Datos clave: Como era de esperar, Brasil se encuentra en los primeros lugares, ya que los inversionistas se han mostrado a favor del plan del gobierno para continuar con la reforma de las pensiones, la cual podría generar ahorros de hasta 900.000 millones de reales (US$242.000 millones) si se aprueba en su estado actual.
Los inversionistas han favorecido a México hasta ahora, con el peso entre las dos monedas con mejor desempeño respecto al dólar este año en América Latina. No obstante, la reciente renuncia inesperada del exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, pone de relieve el riesgo político.
Los inversionistas esperan que el Banco de Rusia relaje las tasas, ante una desaceleración en el segundo trimestre, mientras el gobierno ruso pretende impulsar su economía con un programa de infraestructura de US$400.000 millones de dólares.
El banco central de Filipinas ha adoptado un enfoque suave con los recientes comentarios sobre el recorte de tasas de su presidente.
Las condiciones domésticas, como las débiles presiones inflacionarias en junio, y las condiciones externas globales más favorables deberían respaldar la medida.
Polonia, Rumanía y Malasia se quedan atrás con respecto a sus perspectivas de crecimiento más bajistas, y los analistas esperan políticas monetarias menos expansivas en Estados Unidos, Polonia y Rumania.
NOTA: Marcus Wong es un macroestratega de mercados emergentes que escribe para Bloomberg. Sus observaciones son propias y no pretenden ser un consejo de inversión.
Buenas perspectivas
Los países que sobresalieron en el estudio incluyen aquellos que han pasado por una turbulencia considerable en los últimos cinco años y han estado construyendo sus cimientos de manera lenta pero segura para mejorar sus perspectivas de progreso. Cuando se analizan a la luz de sus ofertas de rendimiento, estos países se destacan: Brasil, México, Rusia y Filipinas.