1948: Fidel en Colombia cuando el Bogotazo

1948: Fidel en Colombia cuando el Bogotazo

Nunca he olvidado una narración hecha por el profesor Carlos Sánchez y Sánchez, referente a los graves sucesos acaecidos en la capital de Colombia el 9 de abril de 1948, por culpa del asesinato del líder político Jorge Eliezer Gaitán.

Coincidió el terrible hecho con la celebración de una conferencia de la OEA, a la cual asistieron por la República Dominicana Joaquín Balaguer, Minerva Bernardino y el propio Carlos Sánchez y Sánchez, quien alababa el valor de la señora Bernardino y relataba el percance ocurrido a Balaguer, a quien lo daban por extraviado; pero que cuando pudo llegar al hotel, con su proverbial sangre fría dijo: “Tengo la imperiosa necesidad de un baño. Y pídanme algo de comer”.

Fue cuando Bogotá ardió, hubo gran destrucción, muchos tiros y muchos muertos.

Estas palabras sirven de introito a “1948: Fidel en Colombia cuando El Bogotazo”. Para la fecha citada Fidel todavía era estudiante y se decidió a asistir al Congreso de Estudiantes Latinoamericanos. El itinerario de Fidel fue el siguiente: Santo Domingo (entonces Ciudad Trujillo), Caracas, Panamá y Bogotá.

Contó Fidel que al aterrizar en el aeropuerto dominicano, bajó del avión y se mezcló con la gente, ocurriendo algo que no le agradó. Ello fue que un individuo le clavó los ojos de manera inquisitiva, lo que lo hizo pensar, que si por casualidad tenían una foto de él en Cayo Confites, eso resultaba peligroso. Y optó por meterse en el avión. La próxima parada fue en Caracas, donde se decidió a pasar un par de días para visitar en La Guaira al gran demócrata y famoso escritor Rómulo Gallegos.

De la capital venezolana voló hacia la capital de Panamá, que estaba agitada y no hacía mucho que se había realizado una manifestación cuya demanda principal se había centrado en demandar la entrega del Canal Oceánico a la verdadera dueña: La República de Panamá. Se enteró que en la manifestación de protesta y reclamo habían herido a un estudiante universitario y se empeñó en visitarlo.

Emprendió por fin el viaje hacia Bogotá, donde asistiría al Congreso de los estudiantes latinoamericanos. En la capital colombiana lo primero que hizo fue entrevistarse con el gran líder Jorge Eliezer Gaitán, quien era un gran jurista, un tremendo orador y el hombre que tenía asegurada en las venideras elecciones la presidencia de esa nación. Lamentablemente ocurrió algo terrible. La ciudad se estremeció, cuando empezaron a gritar “¡Mataron a Gaitán, mataron a Gaitán!”. Bogotá se convirtió en un pandemónium, en un horroroso campo de agramante. Fidel se tiró a la calle en busca de un arma. Primero encontró una escopeta y después se hizo de un fusil. Por un misterioso acaso al comienzo quedó involucrado en una compañía de policías. Luego se vio disparando y a él también le disparaban. Salió ileso porque la mano del Hado lo tenía en reserva, para que él se convirtiera en uno de los tres hombres más notables de América, formando una trilogía con el haitiano Toussaint L’ Ouverture y el venezolano Simón Bolívar. 

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