Brilla y es único en su clase, pero no se trata de un diamante producto de la madre naturaleza, proviene de un laboratorio.
Los diamantes creados por el hombre tienen las mismas características físicas y composición química que las piedras que provienen de las minas, pero sin las controversias sobre sus orígenes.
“Tarda un par de semanas, luego un par de semanas más para terminarlo y hacer pulido”, explica Kyle Gazay, presidente de producción de Diamond Foundry.
Durante una entrevista con Emily Chang, de Bloomberg Technology, Gazay comparte desde la línea de producción el proceso de la firma con sede en San Francisco, California.
Comienzas con una pieza fundamental “y una vez que está en el reactor, los átomos de carbono comienzan a descender de uno en uno y se conectan a la red del diamante debajo de él, átomo por átomo”, señaló.
El equipo en Diamond Foundry ha creado estas gemas preciosas desde 2015.
“Nuestro equipo fundador trabajó anteriormente en tecnología de energía solar y reconocimos que los tipos de tecnología que utilizamos también se pueden aplicar para cultivar diamantes de muy alta calidad de formas que antes eran imposibles”, explicó a Chang el CEO de la firma, Martin Roscheisen.
Y esta empresa no está sola. Hay una nueva tecnología de diamantes en San Petersburgo y en Singapur. E incluso un titán en el negocio de los diamantes naturales de siglos de antigüedad incursiona en el área: De Beers lanzó en 2018 un minorista de joyería con gemas cultivadas en laboratorio llamado Lightbox Jewelry dirigido a consumidores más jóvenes.
En este último caso, un quilate cuesta 800 dólares, una quinta parte del precio de otras piedras artificiales y una décima parte del costo de comprar una gema natural similar.
El año pasado, los productores de diamantes artificiales lograron una gran victoria cuando la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos modificó sus directrices de joyería para aclarar que un diamante es un diamante, independientemente de sus orígenes.
Actualmente, los diamantes artificiales representan solo el uno por ciento del mercado mundial de diamantes en bruto de 14 mil millones de dólares, de acuerdo con datos de Morgan Stanley.
Pero se espera que ese número aumente a 7.5 por ciento tan pronto como en 2020.
Gran parte de ese crecimiento se debe al mercado de joyas de lujo. Pero las oportunidades de dinero real están en Silicon Valley.
“Ahora estamos en el camino para desarrollar la primera lámina de diamante y permitirá muchas aplicaciones desde electrónicos a redes 5G, satélites”, señaló Roscheisen.
1. Con la misma características
Las piedras preciosas creadas tienen las mismas características físicas y composición química que las que provienen de las minas, pero sin las controversias sobre sus orígenes.
2. Gran crecimiento
Actualmente, los diamantes artificiales representan solo el uno por ciento del mercado mundial de diamantes en bruto de 14 mil millones de dólares, de acuerdo con datos de Morgan Stanley. Pero se espera que ese número aumente a 7.5 por ciento tan pronto como en 2020.