La crisis migratoria en EU requiere una solución

La crisis migratoria en EU requiere una solución

Ni el presidente Donald Trump ni los demócratas han estado a la altura con una solución para los millones de migrantes que buscan un nuevo hogar. Las políticas de migración de EU están rotas y hay pocas señales de solución.
El presidente Donald Trump se enfurece por la crisis en la frontera, pero no ha presentado planes que le pongan fin. Los demócratas no han sido mejores.

Ambas partes deben responder tres preguntas: ¿qué le debe Estados Unidos a los refugiados y solicitantes de asilo que buscan seguridad? ¿Cuántos inmigrantes, y de qué tipo, requiere Estados Unidos para fortalecer su economía y el bienestar? ¿Qué solución darle a los 10 millones de inmigrantes indocumentados que ya están en Estados Unidos?

Estados Unidos debe hacer más para ayudar a los solicitantes de asilo.
El derecho internacional lo exige, al igual que los valores del país. En 2017 se concedió asilo a 26 mil solicitantes y esa cifra debería duplicarse.

Para alcanzar ese objetivo hay que eliminar un atraso de cientos de miles de casos pendientes en tribunales especializados en migración.

Las leyes también deben ajustarse: se han creado incentivos para presentar solicitudes de asilo que carecen de mérito.
En cuanto a los refugiados, Estados Unidos debería establecer un techo anual de 120 mil. Esa cifra, ligeramente superior a los 110 mil del gobierno de Barack Obama, sería proporcional al compromiso histórico del país con un propósito humanitario.
Trump ha reducido el techo para los admitidos anualmente en casi tres cuartos, a 30 mil.

El simple interés propio, a diferencia del compromiso moral, debe guiar la política de migración económica. Mantener el dinamismo de la economía requiere de más inmigrantes. Ellos alivian las presiones demográficas al tiempo que aportan ambición y energía empresarial.
Un dato importante: los migrantes o sus hijos establecieron casi la mitad de las compañías Fortune 500 de hoy.

Esto deja la cuestión de los indocumentados. Estados Unidos es una nación de leyes y por ello deben respetarse sus normas de inmigración. Pero esto no tiene porqué excluir un camino hacia el estatus legal.

Los inocentes llevados a Estados Unidos como niños merecen una dispensa inmediata.

Trump está equivocado en materia de migración y la mayoría de los demócratas optan por no lidiar con el tema, es decir, con la necesidad de asegurar la frontera, respetar la ley y limitar los compromisos humanitarios a lo que es asequible y políticamente factible.
El reconocimiento de los beneficios de la migración ha aumentado, pero también lo ha hecho la polarización que hace imposible remedios viables. La postura ya no servirá.
La migración plantea preguntas difíciles y exige respuestas directas.
1. Sin solución
Ni el presidente Donald Trump ni los demócratas han estado a la altura con una solución para los millones de migrantes que buscan un nuevo hogar. Las políticas de migración de EU están rotas y hay pocas señales de solución.
2. Los admitidos
Trump ha reducido el techo para los admitidos anualmente en casi tres cuartos, a 30 mil. El simple interés propio debe guiar la política de migración económica.

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