La función principal, además de proteger del frío de las fundas nórdicas, es embellecer la habitación. Nada como una cama bien vestida con una delicada funda nórdica o cubrecama.
Y, aunque en la República Dominicana prácticamente es verano todo el tiempo, esto no es una limitación para no lucir una cama elegantemente vestida ya que si bien desde su creación el propósito fue cubrir del frío, su uso se ha generalizado a países tropicales como el nuestro donde se consiguen con rellenos térmicos.
Historia. Protegerse del frío ha sido desde el inicio de la humanidad una tarea preocupante, de ahí surge la funda nórdica o cubrecama.
Aunque su uso se registra desde el año 3000 a.C. en la civilización china, y el siglo I adC, en el norte de Europa, específicamente en las clases más altas, hoy día es una pieza muy demandada por su practicidad y elegancia.
La funda nórdica es rectangular y está cosida en tres de sus lados y se deja uno libre. Por el lado que no está cosido se introduce el relleno, el cual viene en diferentes categorías dependiendo de la necesidad de protección de frío, si es esa la necesidad. Esta pieza brinda diversidad de opciones, pues con un relleno puede tener varias fundas -que casi no ocupan espacio- y cambiar fácil y rápido la decoración de su habitación.
Puede elegir rellenos a su gusto: de plumas, plumón, fibras sintéticas o lana, para las temporadas frías o para quienes usan el aire acondicionado más fuerte.