Su nombre es Moxi, trabaja en un hospital y ayuda a las enfermeras realizando las tareas más mecánicas y tediosas, como recoger suministros y llevarlos a las habitaciones, trasladar muestras de laboratorio, entregar la ropa de cama a diario y retirar aquella que está sucia en bolsas, para que ellas puedan dedicar más tiempo a atender y cuidar a los pacientes.
Moxi es un robot asistente con una base móvil y una pantalla en su cabeza que funciona como una cara expresiva, dotado de inteligencia artificial (IA) y social y capacidad de aprendizaje guiado por personas.
Puede ser programado para realizar tareas de forma autónoma sin necesidad de consultar a su compañera de equipo, la enfermera, facilitándole el trabajo.
Esta máquina tiene una estatura y tamaño similares a los de un ser humano, y está equipada con un brazo y una pinza, que le permiten asir artículos de distintos tamaños de estantes a distintas alturas y trasladarlos de un sitio a otro, ayudando a reducir los costes, aumentando la satisfacción del personal sanitario y mejorando el cuidado de los enfermos, según su creadores.
Moxi no está diseñado para interactuar o tener contacto directo con los pacientes, pero se está convirtiendo en una presencia bienvenida para muchos pacientes de los tres hospitales de Texas donde está siendo probado, según sus desarrolladores, Diligent Robotics (DR).
En DR (https://diligentrobots.com) dicen que están sorprendidos por la fascinación que ejerce Moxi en algunos pacientes, que piden hacerse “selfis” con el robot o, como el caso de un niño, que envió una carta a la empresa preguntando dónde vive Moxi.
Un robot amable. Esto ha llevado a esta firma a programarlo para que realice periódicamente una “ronda social” para saludar a las personas, hacerse fotos y hablar con sus fans, mientras los mira desde su pantalla con unos simpáticos ojos con forma de corazón.
Las enfermeras y personal sanitario de los centros médicos donde se está probando, entre los que figuran los hospitales Texas Health Dallas y Metodista de Houston, y la Rama Médica de la Universidad de Texas, también tuvieron una reacción positiva ante el androide, aunque algunos al principio se mostraron reticentes o atemorizados, aseguró DR a la revista “Fast”.
“Creamos a Moxi para que se haga cargo de las tareas logísticas como recopilar, trasladar y entregar equipos y suministros, liberando a las enfermeras de esas actividades, para que ellas puedan enfocarse en la atención de paciente”, señala Ágata Rozga, jefa de producto en DR.
Los ensayos de este robot asistente en el Hospital Texas Health Presbyterian Dallas, han demostrado que “Moxi les da a las enfermeras un tercer brazo en el que pueden confiar», señala Aliya Aaron, directora de AMR Healthcare Consulting, firma de tecnología médica relacionada con este proyecto.
En los Estados Unidos el agotamiento de las enfermeras proviene del aumento de tareas múltiples que deben abordar sin apoyo. “En promedio, son responsables de 5 a 7 pacientes, cada uno de los cuales requiere aproximadamente 20 tareas, el 30 % de las cuales no se realizan de cara al paciente”, según Aaron.
“El personal sanitario recorre de 12 a 16 kilómetros diariamente yendo y viniendo a las habitaciones, lo que los desvía aún más de la atención directa al paciente”, enfatiza Andrea Thomaz, directora ejecutiva (CEO) y cofundadora de DR.
Más tiempo para la interacción humana. “Si Moxi entrega suministros incluso antes de que la enfermera se lo pida, podría ahorrarle a esta profesional diez minutos en cada tarea, que luego podría usar para atender al enfermo, aumentando la interacción humana, que es crucial para la curación”, apunta.
“Moxi nunca intentará ni podrá reemplazar el cuidado experto que brindan las enfermeras, ni su capacidad de conectarse emocionalmente con los pacientes. Tampoco podrá analizar críticamente todos los aspectos de su progreso ni coordinar su atención, pero esperamos que sea un miembro valioso del equipo sanitario que apoya de manera positiva a las enfermeras”, señala Rozga.
Para que este “cobot” (robot colaborativo que trabaja con personas) pueda operar, desplazarse y adaptarse con eficiencia y seguridad en entornos humanos rápidos, variables y a veces caóticos, como el de un hospital, es fundamental la información que recibe a cada instante de sus sensores visuales, auditivos y táctiles, señala DR.
Pero Thomaz recalca que también es vital su capacidad de aprendizaje guiado por humanos en desarrollo y basado en su IA, que permite entrenarlo en nuevas habilidades y enseñarle a afrontar situaciones inesperadas, como hacerse rápidamente a un lado cuando traen a un paciente en una camilla por el pasillo, o a realizar nuevas tareas para las que no fue programado.