Meterse en camisa de once varas se refiere a cuando nos complicamos la vida sin necesidad. Los lienzos con los que se hacia la ropa se medían en varas (vara=0.835 mts). Los había de diferentes longitudes y los más largos eran de once varas. Un lienzo de once varas (poco más de 9 metros), se percibía como “muy largo”. Por similitud, el término once varas lo usaron en la España medieval para referirse a una gran longitud. Una camisa de once varas era en sentido figurado, una camisa muy grande.

La ceremonia de adopción tal y como se celebraba en Castilla en la Edad Media, consistía en simular el parto metiendo la cabeza del adoptado por una manga muy ancha de la camisa del que adopta y sacándola por la otra, para lo que se necesitaba una camisa de once varas, le daba un beso, tras lo cual éste quedaba adoptado como hijo.

También “meterse en camisa de once varas” para algunos hace referencia al muro exterior de un castillo (camisa) entre las torres y lo difícil que era asaltarlo debido a la altura (once varas, 9,24 metros) poniendo al atacante en posición de desventaja al ser atacado desde las alturas de las torres.

México significa “en el ombligo de la Luna” y proviene del Náhuat “Metztli” (luna) y “xictli” (ombligo). Los Aztecas lo pronunciaban “Meshico”, y los españoles lo escribían “México” puesto que no existía la pronunciación de la “j”. Cuando cambió la grafía de la “x” a la “j” se le empezó a llamar “Méjico” aunque se continuo escribiendo “México”.

El uso del calzado fue adoptado mucho más tarde que el uso de la ropa. En climas muy fríos se envolvía los pies con tiras de cueros. No se han encontrado vestigios de calzados con anterioridad al 2.000 antes de Cristo. En Egipto aparecieron sandalias de piel por el 1.500 A.C.