Hoy 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzhéimer, razón obligada para un «conversatorio» sobre el tema de la enfermedad de la memoria. Esta tarde a las 4pm están invitados todos a la caminata por el Conde desde el Altar de la Patria hasta el parque Colón y luego una conferencia corta; esta es la forma de cómo la Asociación Dominicana de Alzhéimer culmina todo un programa de celebraciones por lo que les exhortamos a que nos acompañen. Con alegría aceptamos que los últimos meses han sido promisorios para la mejoría y el entendimiento de la enfermedad.Primero la inauguración en la UNPHU del Banco de Cerebros, institución para guardar cerebros con el propósito de ayudar en la investigación de esta enfermedad, institución de la que honrosamente formo parte a través de su Comité de Ética, y lo segundo es que un equipo de investigadores españoles ha descubierto una pequeña molécula capaz de promover la interacción entre dos proteínas que regulan el número y la función de las sinapsis (conexiones) de las neuronas. Estas uniones son las que disminuyen y funcionan mal en los pacientes con enfermedades degenerativas como el alzhéimer y el parkinson.
Esta enfermedad no es todavía una emergencia global, sin embargo, es una amenaza creciente para la salud. Se considera que el gasto en esta patología sobrepasa los 818 millones de dólares y se prevé que esto subirá a los 2,000 millones por año en el 2030, con el agravante de que el 60% de estos casos se presentan en países de bajos ingresos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó este mayo pasado una guía para «prevenir» su aparición o para por lo menos retrasar su inicio. Estas son similares a las medidas que se recomiendan para evitar los derrames cerebrales y los infartos cardíacos. Hacer ejercicios con regularidad,no fumar, evite el excesivo consumo de alcohol, mantener adecuados niveles de presión arterial, colesteroles y azúcar en la sangre, socializar, evitar el tráfago y el estrés, evitar las comidas chatarras, se recomienda la dieta mediterránea (rica en pescado, vegetales, granos y aceite verde)y el uso constante del cerebro.
Okinawa es una isla verde, es la más grande del archipiélago Ryukyu de Japón, en el océano Pacífico. En esta isla se dice que existe una de las poblaciones más longevas y probablemente la mayor concentración de centenarios del mundo. ¿Qué hace que tal cosa sea así? ¿Han logrado esta gente retrasar el envejecimiento? Está demostrado que los habitantes de Okinagua tienen una menor mortalidad por cánceres, enfermedades vasculares, alzhéimer y por igual una menor tasa de mortalidad global. Ellos consumen menos calorías (un 30% menos) consumen tres veces más vegetales pero menos carbohidratos que sus compatriotas. Sabemos que durante el envejecimiento, las células o bien aumentan la producción de radicales libres o bien los tejidos se tornan más susceptibles a ser dañados por esos radicales, que son átomos que recorren nuestro organismo para lograr equilibrarse en su estructura. Entre los elementos externos que los producen están: la polución, el tabaco, radiaciones, algunos medicamentos, adictivos químicos, alimentos procesados, pesticidas, entre los más comunes.
Es decir que comer menos y sano no solo nos alarga la vida, sino que también disminuye las enfermedades asociadas al proceso de envejecimiento: diabetes, cáncer, alzhéimer, cataratas, etc. Sin perjuicio de lo anterior es importante tener en consideración también que la herencia es inapelable, no la podemos cambiar y en ese sentido se publicó en marzo de este año en la revista Nature Genetics unos 5 nuevos genes o mutaciones relacionadas con la enfermedad de alzhéimer para llegar a 25. Esto de la herencia no se puede variar todavía pero llegará.
Entonces, los elementos de forma de vida sí los podemos variar y así, si bien no logramos evitarlo del todo, pero podemos retrasar el alzhéimer en su aparición, manteniendo por más tiempo lo más importante:¡una buena calidad de vida!