Consultorio de Familia

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Soraya Lara de Mármol

Pregunta del lector:La madre de mi esposa vive con nosotros. Nos ayuda mucho con nuestros hijos, pero no soporto que se inmiscuya cuando estamos presentes. Cuando los corregimos ella opina y dice que se comportan mejor cuando no estamos en la casa. No me atrevo a contestarle por respeto, pero me gustaría saber cómo manejar la situación sin ofender.

Respuesta de la terapeuta: Las familias de tres generaciones compuestas por abuelos, padres e hijos tienen la riqueza de que los primeros son incluidos en el sistema familiar y con funciones que aportan a la crianza de los últimos.

Los niños se sienten amados y cuidados por sus familiares. Los abuelos son soportes de los padres y, además, contribuyen a la formación del apego con ellos.

Otras de las particularidades de la presencia de los abuelos es la transmisión de información y de los valores de sus antepasados que son partes esenciales de la historia de vida familiar.

Cuando los abuelos están presentes en la familia se consideran con derecho a participar con los nietos y disfrutar de ellos al margen de sentirse responsables de la educación y disciplina, excepto cuando se delega directamente.

Ahora bien, si los padres los facultan para el cuidado mientras trabajan, es probable que su rol no termine cuando ustedes llegan a la casa. Quizás, sin darse cuenta, ustedes reforzaban sus intervenciones.

No siempre se tiene clara la línea divisoria de quién y cuándo se participa en el rol disciplinario.

Este caso se puede resolver con una conversación en la que se aclarare que cuando ustedes estén presentes se abstenga de hacer comentarios que puedan invalidar sus decisiones. En el peor de los casos, si ella no está de acuerdo con el estilo de intervención de ustedes, pueden solicitarle que no los cuestione en presencia de los niños.

Les pueden agradecer sus opiniones e intervencionesy pedirle que cuando ustedes estén corrigiendo a sus hijos se abstenga de opinar.

También puede pedirle que le explique cómo logra que sus hijos se comporten de otra manera, esto podría ser una guía si a ella le resultan efectivas sus intervenciones.

Independientemente de la complejidad, pertenecer a una familia de tres generaciones tiene grandes ventajas, entre ellas el soporte que ofrece la abuela con los hijos y el cuidado y protección que ustedes le brindan a ella.

Los abuelos merecen cuidado y respeto.

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