Veintiocho meses han pasado desde el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise, un magnicidio que ha dejado más de 40 detenidos, tres de ellos condenados a cadena perpetua, aunque tanto el móvil como el autor intelectual, sigue siendo un misterio para los haitianos y el mundo.
Lo que sucedió la noche de aquel fatídico 7 de julio del 2021, sigue siendo aún desconocido, aunque los primeros reportes describen lo cruel del asesinato, que enlutó a una empobrecida nación, que ha tenido que sobrevivir de golpe en golpe.
Cuando Moise fue sorprendido junto a su familia, el plan inicial era secuestrarlo, según los relatos de algunos de los condenados que han admitido su participación en el crimen, pero que una vez bajo su poder, decidieron quitarle la vida, en un supuesto plan por escalar al poder… pero, ¿de quién?
En ese momento, Moise se encontraba en medio de una crisis, por presiones de la oposición que le exigían la salida del poder, alegando que su mandato había perimido, debido a que las elecciones en las que resultó ganador, se habían suspendido previamente, lo que, a juzgar por el mandatario, le daba un año más de gobierno.
Sin embargo, a un día de haber destituido al primer ministro Claude Joseph y nombrar a Ariel Henry, sucedió la tragedia, que sumergió a Haití en una profunda crisis política, social y económica, de la que no ha podido levantarse.
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Aquella emboscada fue ejecutada por un grupo de mercenario de 28 hombres, 26 de ellos colombianos, los primeros en ser capturados por las autoridades y quienes permanecen presos en Haití, a la espera de un juicio que parece no llegar.
Ellos habían sido reclutados por el exmilitar colombiano Germán Rivera, quien fue condenado por los Estados Unidos a cadena perpetua en octubre pasado, luego de que en septiembre, admitiera su participación en el hecho de sangre.
Además de Rivera, el exsenador haitiano Joseph Joel John y el ciudadano haitiano-chileno Rodolphe Jaar, fueron condenados este año a cadena perpetua, luego de haber admitido su participación.
Mientras que el más reciente en declararse culpable, fue el ex informante de la DEA Joseph Vincent, quien también pudiera ser condenado a cadena perpetua, lo que engrosaría la lista a cuatro en total.
Junto a él, James Solages y el doctor y pastor Christian Emmanuel Sanon son sindicados como los responsables de financiar el ataque, lo que, según las autoridades estadounidense, se comprobó con la visita días antes del asesinato del religioso, supuestamente para contratar a los mercenarios que ejecutaron el plan.
Todos estos procesos judiciales se llevan a cabo en los Estados Unidos, debido a que el plan conspirativo se orquestó en suelo norteamericano, desde donde se había financiado la operación.
En diciembre del 2021, The New York Times publicó una investigación realizada en Haití durante seis meses, en la que se plantea la hipótesis de que Moise fue asesinado porque había iniciado un plan antidrogas, que presentaría una lista de supuestos narcotraficantes requeridos por los Estados Unidos.
Sin embargo, otra de las versiones recoge aspectos políticos, que colocarían a los condenados en los Estados Unidos como los presuntos autores intelectuales, como parte de un plan que buscaba alcanzar el poder en el país caribeño.
Lo cierto es que hasta el momento el nombre del verdadero responsable de planificar el atentado no ha sido revelado, cuando las autoridades haitianas han investigado incluso, tanto al primer ministro Ariel Henry, como al excanciller Claude Joseph, quienes se disputaron el control del país, tras el magnicidio.