A estos fines con la colaboración del PNUD, la Dirección de Planeamiento Urbano del Ayuntamiento del Distrito Nacional, próximamente, dará inicio a una nueva plataforma para la expedición de permisos con total transparencia y reducción de tiempos, que hará posible que permisos relacionados al uso de suelos, que antes tomaban 15 días en ser tramitados, puedan ser obtenidos –óigase bien–, en solo un día. A su vez, estamos trabajando para simplificar el proceso de 47 pasos a tan solo 7, lo que eficientizará el tiempo de tramitación de manera considerable.
De esta forma, con reglas claras, sin que haya que hablar con el Alcalde o Director de Planeamiento Urbano de turno para obtener un permiso u obtenerlo en tiempo oportuno, si se cumple con todos los requisitos se puedan obtener en tiempo récord.
Muchos pensarán que realizar estos cambios constituye un reto muy difícil por no decir casi imposible, pero estos logros iniciales demuestran que sí es posible. Como dijera la escritora y política francesa Françoise Giroud: “Nunca creí que pudiéramos transformar el mundo, pero creo que todos los días se pueden transformar las cosas”, y eso es precisamente lo que pretendemos hacer y lo que estamos haciendo pequeños y permanentes cambios, con trabajo diario.
Si Medellín pasó de ser una de las ciudades más peligrosas del mundo hasta hace relativamente poco tiempo, con graves problemas de tráfico ilícito de drogas y crímenes asociados, a una ciudad modelo de transformación urbana y social gracias al trabajo conjunto e integral entre planificadores, diseñadores urbanos, alcaldes y políticos, entre otros actores; sin dudas, Santo Domingo también puede transformarse, pues nuestros problemas son menos complejos que los que ellos tuvieron que enfrentar en su momento.
Ciertamente, para hacer transformaciones como las exitosamente realizadas en otras ciudades del mundo se requiere de la inversión de recursos. Por eso la mayoría de las ciudades que funcionan bien, manejan presupuestos acorde a sus necesidades, como San Juan de Puerto Rico que maneja un presupuesto de 1,000 millones de dólares –que lamentablemente por estos días se encuentra en una situación natural y de infraestructura drástica– ejemplos también como las ciudades de Guayaquil de 800 millones de dólares y ni hablar de Medellín, para tan solo citarles algunos ejemplos de la región.
Sin embargo, al presente, la Alcaldía del Distrito Nacional cuenta con un presupuesto 2017 real de apenas 3,600 millones de pesos, equivalente a 80 millones de dólares aproximadamente pero a pesar de que no disponemos de recursos suficientes, no vamos a pensar en ningún momento que no es posible entonces propiciar el cambio.
Si algo ha caracterizado en la vida es ser emprendedores, y por eso estamos decididos a generar el cambio sin amedrentarnos ante los obstáculos, comprometiéndonos a hacer que esta ciudad no se quede anclada en el pasado.
Estamos seguros que todos ustedes admiran y disfrutan otras ciudades del mundo, como Nueva York, Londres, París, Madrid, Bogotá, pero me pregunto o les pregunto ¿Tenemos la ciudad que queremos o la ciudad que merecemos? ¿Se sienten orgullosos y satisfechos de su ciudad, Santo Domingo?
Frente a estas cuestionantes, este es el momento de asumir nuestra responsabilidad de enfrentar los desafíos hacia una mejor ciudad, y cesar en la conducta de descansar en las generaciones venideras para propiciar estos cambios.
El futuro nos reserva algo mejor siempre que tengamos el valor de seguir avanzando, trabajando y luchando. Por eso hoy los invito a que trabajemos juntos para hacer realidad esta transformación y que todos podamos admirar nuestra ciudad de Santo Domingo, primada de América.
Porque esta es la ciudad en la que vivimos, en la que crecen nuestros hijos, en la que queremos que también crezcan los hijos de nuestros hijos y en la que ustedes, empresarios, hacen negocios, produciendo bienes y servicios para satisfacer las necesidades de la gente.
Esta ciudad debe representar oportunidades para todos y por eso los invito a que lejos de simplemente quejarse de los problemas de la ciudad o de permanecer como espectadores silentes de los mismos, se conviertan en agentes de cambio actuando conjuntamente con nosotros.
Porque creemos en la promoción de proyectos de participación público-privada que se enfoquen en la infraestructura urbana y signifiquen oportunidades de negocios para los que invierten en estas alianzas. Nuestra ciudad, por ejemplo, necesita estacionamientos principalmente en el Polígono Central, en la Ciudad Colonial y otras zonas. Confiamos en que los esfuerzos para impulsar este tipo de proyectos se produzcan también desde el sector privado, logrando una alianza exitosa para todos y cada uno de los ciudadanos del Distrito Nacional.
Estamos decididos igualmente a impulsar el crecimiento vertical de la ciudad en algunos sectores, garantizando que este tenga la adecuada planificación y se encuentre fundamentado en un verdadero plan de ordenamiento territorial para evitar así errores cometidos en el pasado.
El Distrito Nacional es el centro administrativo y económico de toda el área metropolitana. Un ejemplo de esto es que su población de casi un millón de personas se duplica en horario laboral cada día con la visita de habitantes de las municipalidades vecinas. Esto, acompañado de otras situaciones inherentes, requiere que el territorio sea el foco de una especial atención por parte de los organismos de planificación.
Desde la Alcaldía hemos trabajado arduamente –por primera vez en la historia de la ciudad– para formular y aprobar un plan integral de ordenamiento territorial, que establezca los lineamientos para su crecimiento en el tiempo; al cual hemos denominado POT-Capital y esperamos cumplir con la gracia de Dios, de que a más tardar el 1 de enero del 2018 esto sea una realidad.
Este nuevo modelo urbano, para favorecer a todos, debe ser resiliente y sostenible, debe atender las distintas vulnerabilidades del territorio, a la vez que debe potenciar las virtudes de este y debe contar con la participación y apoyo de todos sus ciudadanos. Por eso el POT-Capital ha sido el resultado de un proceso previo de consultas territoriales ciudadanas, en las cuales se han involucrado representantes de 285 organizaciones, incluyendo Juntas de Vecinos, instituciones sin fines de lucro y organizaciones comunitarias de las tres Circunscripciones del Distrito Nacional.
Es importante destacar, que el POT-Capital es el mayor emprendimiento de creación de valor con que pronto contará nuestra ciudad.
Este plan potencia y humaniza la ciudad, creando un clima idóneo para la inversión y de forma específica indica una revalorización del suelo en zonas estratégicas, mediante políticas que inciden en la generación de plusvalía en la tierra al promover ejes de desarrollo, nuevos usos y nuevas densidades.
Conjuntamente con el Plan de Ordenamiento Territorial, en otro aspecto relacionado estamos muy conscientes de que parte esencial y primaria del cambio de la ciudad y su ordenamiento es transformar su caótico tráfico. Esta es tristemente una asignatura pendiente pero estamos en el mejor momento para afrontarla, gracias a la aprobación de la nueva Ley 63-17 de Movilidad y Transporte.
De conformidad con esta Ley, el Ayuntamiento ahora compartirá con el INTRANT el ordenamiento del tránsito de vehículos y personas y del transporte público urbano, rol que estamos en la mejor disposición de asumir trabajando, de forma conjunta, con las autoridades del Poder Ejecutivo y discutiendo todas las Reformas en una mesa interinstitucional, en la que todos los actores tengan un espacio y sean escuchados.
Me es grato informarles que ya se han iniciado las conversaciones con las autoridades del Poder Ejecutivo para garantizar desde la gestión municipal que se apliquen las disposiciones de esta ley.
Estamos convencidos de que debemos abordar el sistema vial de la ciudad de forma integral, más que solo resolver problemas puntuales que no contemplan la complejidad urbana.
Igualmente creemos en aprender de las experiencias positivas de otras ciudades y por eso vamos a hacer lo necesario para fomentar intercambios internacionales entre expertos.
La afamada periodista y urbanista norteamericana Jane Jacobs, una de las personas más influyentes en la forma como vemos actualmente las ciudades, decía que «Las ciudades tienen la capacidad de proporcionar algo para todo el mundo, solo porque, y solo cuando, se crean para todo el mundo».
Por eso creemos en crear un nuevo Santo Domingo para todos, pero también con el compromiso de todos.
Parafraseando al pasado presidente John F. Kennedy, les invito a no solo preguntarse únicamente qué puede hacer esta Alcaldía para crear un nuevo Santo Domingo; sino a preguntarse qué están haciendo ustedes para coadyuvar con la necesaria transformación de esta ciudad; esperando que este cuestionamiento los lleve a replantearse su compromiso con esta, haciéndose dolientes de su cambio y no permaneciendo indiferentes frente a su estancamiento o cómplices de no lograr una real transformación.
Es mucho el trabajo por hacer para transformar nuestra capital, pero si no empezamos hoy habremos perdido un día en hacerlo realidad. Con pocos recursos y apoyo estamos cumpliendo nuestro compromiso, pero ahora es el tiempo de ustedes.
Los exhorto a valorar que tienen la oportunidad de ser parte de estos cambios, acompañando a un equipo joven y dinámico que encarna una nueva visión.
La mejor inversión que ustedes, como empresarios, pueden hacer es invertir en su ciudad. Manteniendo limpio e iluminando el entorno de sus empresas; sumándose a las jornadas de limpieza con equipos y personal voluntario; manteniéndose al día con el pago de facturas de servicios municipales; reflexionando y ponderando decisiones importantes como la factibilidad o no del tránsito de vehículos pesados por el Malecón, que aunque somos conscientes de que afectan la rentabilidad de algunos negocios, somos más conscientes aún de que nos impide la promoción del turismo de una ciudad en pleno proceso de crecimiento. Todos estos esfuerzos son eco de nuestro eslogan de que al final ‘La ciudad es la gente y la gente es la ciudad’.
Sabemos que ser empresario es difícil y mucho más hacerlo exitosamente, pero les aseguro que asumir la gestión de esta ciudad y estar parado aquí, frente a ustedes, es igual de complejo, pues conlleva arriesgar la paz o poner en tela de juicio la moral de toda una familia por tratar de hacer un cambio; para muchas veces solo recibir como contrapartida la incomprensión, que si tuviera que ejemplificarlo lo haría con el famoso argot popular del béisbol, que como muchos de ustedes conocen, dice que: ‘desde la banca se tiran los juegos perfectos’. Sin embargo, como dijo Michael Bloomberg en Houston hace unos años, cuando los Estados Unidos llevaron al primer hombre a la luna, no solo se trató de llevar un hombre a la luna, era por seguridad nacional pero sobre todo por orgullo.
Ese orgullo es el que tenemos que tener todos de vivir en la ciudad Primada de América, en Santo Domingo. Los invitamos a sentirse orgullosos de ser capitaleños y vivir en esta gran ciudad. Los invitamos a amarla y protegerla.
Para mí es un orgullo haber tenido la oportunidad a mis 40 años, de servirle a mi ciudad. Como he dicho antes, cada día aprendo más de ella y de su gente. Me han hecho ser un mejor alcalde pero sobre todo un mejor ser humano. Tenemos la firme decisión de que si la consecuencia de tomar las medidas necesarias para ordenar esta ciudad de Santo Domingo es que tengamos que irnos para nuestras casas en el 2020, nos iremos habiendo cumplido con la ley y nuestro compromiso. Estamos comprometidos en cuerpo y alma, mente y corazón, en seguir trabajando por la ciudad con el mismo entusiasmo del primer día. Tener la humildad de si en el camino nos equivocamos admitir el error y seguir hacia adelante. Para esto necesitamos el apoyo fundamental de todos los capitaleños, pero especialmente de ustedes, señores empresarios, motores de nuestra economía, actores fundamentales de la generación de cambios, para que en apego a las leyes y colaborando con proyectos de participación pública-privada podamos construir futuro en el presente, sepultando los vicios del pasado. Hagamos juntos el cambio de esta ciudad.
No permitamos que una generación pase desapercibida en la Historia. Levantemos las esperanzas de que las próximas generaciones puedan tener un mejor futuro. Vamos a hacer realidad juntos el concepto del nuevo Santo Domingo, una ciudad de oportunidades.
Por mi parte, si al concluir esta alocución he implantado en, al menos algunos de ustedes una nueva semilla del amor hacia nuestra ciudad, habremos dado un paso gigante a la transformación, que hemos sido llamados a impulsar, pues ustedes más que nadie están conscientes de la importancia de generar valor, de sumar competitividad y esto es precisamente lo que creará esta nueva ciudad para todos.
Nos apropiamos de la frase de Sir Winston Churchill:
“El éxito no es el final, el fracaso no es lo fatal: es el coraje de continuar lo que cuenta”.
Por eso, con coraje continuemos juntos para que Santo Domingo no se pierda en el futuro. Forjemos en el presente esta transformación hasta llevar a nuestra amada ciudad a sobrepasar las exigencias del porvenir y garantizar una mayor y mejor calidad de vida para todos. Esta no es una tarea fácil, ni de un día, ni un año pero iniciemos hoy. Recuerden que Santo Domingo es Quien ama, cuida! Que Dios bendiga nuestra ciudad, que Dios bendiga a la República Dominicana!
¡Muchas gracias!