Un día como hoy miles de fanáticos de todo el mundo despedían entre lágrimas “el tumbao” de la voz más internacional de la música tropical y latina, la “Reina de la salsa”, “la Guarachera de Cuba”, la artista Celia Cruz.

La sonrisa de la cantante, fallecida a los 77 años a causa de un cáncer, en su casa de Fort Lee, Nueva Jersey, se apagó el 16 de julio de 2003, pero su legado y grito de “¡Azúcar!” siguen latentes en la industria de la música.

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Los tributos al icono latino, como libros, asignación de nombres de calles, una Fundación, una muñeca Barbie e innumerables homenajes, continúan veinte años después de que falleciera la mujer que a lo largo de su dilatada carrera interpretó y popularizó internacionalmente ritmos tropicales como el son cubano, son montuno, guaguancó, la rumba, la guaracha y el bolero, sin embargo, su estrellato se produjo gracias a la salsa.

La intérprete de “Yo viviré”, “La vida es un carnaval” y “La negra tiene tumbao” fue galardonada con numerosos premios, y otras distinciones, incluyendo Premios Grammy y Grammy Latino. Además de su legado invaluable en la música, su carisma y autenticidad le permitieron hacer intervenciones en películas y telenovelas.

La Guarachera de Cuba, nacida en La Habana el 21 de octubre de 1925, es sin duda un estandarte que se hizo de la música su bandera, lejos de una patria que por decisión política le cerró las puertas.

El 2021, la revista Rolling Stone consideró “La vida es un carnaval” entre las 500 mejores canciones de todos los tiempos, en la posición 439.

37 discos y colaboraciones especiales inmortalizaron a Celia Cruz.