20% de los pobres carece de cédula de identidad

20% de los pobres carece de cédula de identidad

POR GERMAN MARTE
La falta de cédulas de identidad es uno de los grandes escollos que ha debido enfrentar el gobierno para implementar sus programas de asistencia a las familias más pobres, afirmó ayer el vicepresidente Rafael Alburquerque. «Hay un porcentaje bastante elevado de personas adultas que no puede ingresar al sistema porque no tiene cédula de identidad», recalcó Alburquerque, quien preside el Gabinete Social.

Señaló que el problema se presenta tanto en los lugares apartados como en la propia capital de la República, a tal punto que en los barrios marginados de la ribera del río Ozama, por donde se comenzó a implementar el programa «Comer es Primero», más del 20% de las personas adultas no tiene cédula de identidad. En algunas zonas esta cifra se eleva hasta el 30%.

El vicepresidente Alburquerque hizo los señalamientos al participar como invitado en el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio, al que asistió junto a otros funcionarios del Gabinete Social.

Precisó que cuando el gobierno censó los hogares pobres para determinar quienes serían los beneficiarios de los programas de asistencia descubrió que el 19.3% de la población menor de 18 años no tenía actas de nacimiento, mientras que de la población mayor de 18 años, el 12.5% tampoco tenía ese documento y por tanto también carece de cédula.

Mientras que la directora del Sistema Único de Beneficiarios, Miriam Rodríguez, afirmó que hay 92 mil jefes de hogares que por no poseer cédula de identidad no pueden ser incluidas en el programa «Comer es Primero».

Preocupado por esa realidad, explicó Alburquerque, el gobierno está coordinando con organismos internacionales que puedan colaborar, y también ha firmado acuerdos con la Junta Central Electoral para desarrollar el programa «República Dominicana con nombres y apellidos» que busca facilitar la obtención de las actas de nacimiento. Este proyecto se realiza en coordinación con la Procuraduría General de la República y la Suprema Corte de Justicia, el Conani y entidades de la sociedad civil con experiencia en la gestión de documentos.

Sin embargo, indicó las leyes y resoluciones existentes dificultan que los más pobres puedan obtener sus documentos de identidad.

Si usted nació en Dajabón, y es pobre, no tiene cédula porque no tiene acta; pero tiene que ir a Dajabón a tratar de buscar una declaración del hospital donde nació o de la iglesia, si lo bautizaron, «¿Pero con qué se traslada hasta Dajabón un pobre que no tiene un centavo?».

A parte de eso, añadió, la persona tiene que buscar un abogado y pagarle entre ocho y nueve mil pesos para solicitar una declaración tardía de nacimiento; y si es en la capital, tiene que recorrer las 14 oficialías del Estado Civil, para recibir una constancia de que no está declarado en ninguna, «¿Y con qué dinero recorre las 14 oficialías?».

Empero, el vicepresidente aseguró que todos estos problemas se están discutiendo con la Junta Central Electoral. Adujo que el problema está en la ley y en las resoluciones dictadas por el organismo electoral, algunas de ellas con razón, «porque había muchos engaños», entre estos que mucha gente declara como suyos a hijos de otros, personas que para declaran tener menos edad que la real, para poder ingresar a determinadas profesiones.

Dijo que uno de los objetivos del gobierno es que en todos los hospitales públicos y clínicas privadas haya una Oficialía del Estado Civil, de modo que cada niño que nazca salga de esos centros con sus actas de nacimiento. Pero el problema más serio sigue siendo el de los adultos.

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