BOGOTA (AFP).- Un 20% de los aproximadamente 1.000 funcionarios de la Fiscalía colombiana que han sido sometidos a la prueba del detector de mentiras en los últimos dos años no aprobaron el examen, especialmente cuando se les preguntó sobre temas como uso de drogas o alcoholismo.

Aunque según fuentes de la entidad la prueba del polígrafo -o detector de mentiras- se viene aplicando desde hace unos cinco años en la Fiscalía General de Colombia, el titular de ese despacho, Luis Camilo Osorio, anunció hace un mes que la aplicaría a todos los funcionarios, debido a la cada vez más frecuente aparición de focos de corrupción.

Incluso, Osorio mismo se sometió a la prueba, elaborada por agentes de la policía federal de Estados Unidos (FBI), en un hotel del norte de Bogotá, y según fuentes de la Fiscalía, el titular de la entidad no tuvo problemas y pasó sin problemas el examen.

Pero no ocurrió lo mismo con el 20% de los 1.000 examinados hasta ahora, los cuales mintieron en materia de consumo de drogas y alcohol.

Esta semana, varios funcionarios de la Unidad Antinarcóticos (Unaim) protestaron ante el Fiscal calificando de «irrespeto» y «humillación» su paso por el detector de mentiras, y expresaron su desacuerdo con el uso del aparato, porque ello «ha implicado una inaceptable intromisión en nuestra vida personal».

«No sólo durante el interrogatorio, sino en charlas anteriores y posteriores al mismo, fuimos sometidos a vejámenes, tratos degradantes y presiones inaceptables», precisaron los fiscales.

Agregaron que «al finalizar la prueba, muchos de nosotros fuimos acusados de pertenecer a empresas delincuenciales, cuando no señalados de drogadictos, mentirosos y alcohólicos».

Los firmantes pidieron al Fiscal replantear el uso del polígrafo, «ya que a través de ella no se lograrán los propósitos de depuración de la Fiscalía, pero sí la intromisión de agentes policiales extranjeros en los asuntos propios e internos de la administración de justicia».

Al final del mensaje, los fiscales denunciaron, entre otros casos, que a uno de sus colegas los agentes del FBI le interrogaron sobre si tenía relaciones íntimas con sus compañeras de trabajo, si alguna vez había fumado marihuana con ellas y si en alguna oportunidad les había esparcido cocaína en el pubis para aspirarla, antes del coito.

«De tal manera que, de una u otra forma, sin fundamento probatorio, todos en la Fiscalía somos delincuentes, según los policías extranjeros», concluyeron.

Frente a la queja, el Fiscal Osorio se comprometió a que los agentes del FBI no preguntarán sobre asuntos íntimos, pero reiteró que se continuará usando el polígrafo, especialmente en aquellos que aspiren a ocupar cargos importantes o a permanecer en los mismos y en los programas de cooperación con Estados Unidos.