2005:
Año récord de pérdidas para los aseguradores

2005: <BR><STRONG>Año récord de pérdidas para los aseguradores</STRONG>

POR ENRIQUE A. VALDEZ A.
De acuerdo a un reporte emitido por la unidad de servicios de los reclamos de propiedad (PCS) de la Oficina de Servicios de Seguros (ISO) de los Estados Unidos, las catástrofes naturales en ese país durante el año 2005 tuvieron un costo récord para los aseguradores ascendente a US$56.8 billones, el cual representa la mayor pérdida registrada por la industria del seguro en todos los tiempos. Anteriormente, el peor año para la industria lo había sido el 2004 cuando se registraron pérdidas por US$27.3 billones.

Esas pérdidas del 2005 se corresponden al acaecimiento de más de 24 eventos catastróficos, incluyendo cinco huracanes, y de todos ellos el evento más costoso lo constituyó el Huracán Katrina, que arrojó pérdidas asegurables por más de US$35 billones, seguido por Wilma (US$6.1 billones) y Rita (US$4.7 billones). Estos siniestros absorbieron un 7.5% del volumen de las primas de seguros generales en los Estados Unidos, siendo los reaseguradores internacionales los que asumieron la mayor proporción de dichos daños.

A nivel mundial ese año los desastres naturales causaron pérdidas ascendentes a U$225 billones de dólares, de las cuales se estiman que solo estaban aseguradas US$83 billones. De esas pérdidas asegurables más de un 70% ocurrieron en los Estados Unidos solamente, siendo las tormentas la causa principal de los daños asegurados.

Las cifras que caracterizaron la temporada de huracanes del 2005 son sorprendentes: 27 tormentas con nombres asignados (el record anterior era 21), 15 huracanes, tres de ellos categoría 5, un inicio temprano y un final dilatado.

La frecuencia y severidad de las tormentas está relacionada con las variaciones climáticas de la naturaleza las cuales se explican en gran medida por los cambios de larga duración en la superficie del Océano Atlántico Norte, cambios estos que producen fases frías y cálidas que duran de 20 a 40 años y que provocan una desviación de la temperatura media.

A partir del 1995 comenzó una fase cálida que ocasionó un claro aumento en los huracanes categoría 4 y 5 en la escala de Zaffir-Simpson, ya que la intensidad de una tormenta depende mucho de la temperatura de la superficie del mar. Adicionalmente al hecho de que nos encontremos en la primera parte de una fase cálida, en el incremento de la frecuencia y severidad de los huracanes ha incidido también el calentamiento global que se está experimentando a nivel mundial, el cual se le atribuye en gran parte al hombre.

Los expertos climáticos coinciden en señalar que la actual fase cálida proseguirá durante los próximos 10 a 30 años por lo que es muy probable que durante ese período sigamos experimentando una elevada actividad de huracanes. Esta situación, unida a las grandes pérdidas sufridas, indiscutiblemente que gravitará negativamente en el ánimo de los reaseguradores internacionales al momento de evaluar sus exposiciones en la Zona del Caribe y el Golfo de México, tal como está ocurriendo en las renovaciones de coberturas que se están registrando para los hoteles ubicados en Cancún y Cozumel.

De todas formas, y aún frente a esa desfavorable coyuntura, dependiendo del canal que utilicen los asegurados estos podrían beneficiarse de esquemas novedosos de aseguramiento que les garanticen la adecuada protección al menor costo posible que se pueda obtener. Todo depende de la habilidad en poder conjugar los adecuados recursos técnicos con un amplio acceso a los mercados de seguro.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas