2008

2008

FEDERICO MARTÍNEZ
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Una de las características de la ciencia económica es lo poco precisa de sus predicciones.  Por suerte, la gente tiene la memoria corta y nadie que sea medianamente inteligente las cree. Yo estudié administración por lo que no me siento perseguido por el mismo estigma, de modo que aquí van algunas “predicciones astrológicas y horóscopos personales” para el 2008.

La recesión mundial es el riesgo mayor del 2008.  El conductor del carro del mundo es los Estados Unidos de América y su economía está muy golpeada en lo interno por la crisis de los subprime y en lo externo por el precio del petróleo y la guerra en Irak. El estimado de crecimiento económico de los EEUU para el último trimestre del 2007 es cero, y para el primer trimestre del 2008 es menos de 1%. Arriba de eso, el Índice de Consumo se espera que crezca menos de 1.5% comparado con el 2.8% que creció en el 2007.

El Tsunami que comenzó en Manhattan a principios del 2007 no ha acabado de producir daños.   Los pronósticos más optimistas esperan que para el tercer trimestre del 2008 se tenga una idea de cuánto costó la fiesta y cuanto le toca a cada quien de la cuenta.

Como primer efecto varios bancos hipotecarios han quebrado, los devaluados petrodólares están sirviendo para adquirir intereses importantes en bancos comerciales como Citibank o en grandes empresas necesitadas de efectivo en el negocio inmobiliario. Faltan todavía algunas quiebras multimillonarias en la industria de seguros de hipotecas y títulos; o por lo menos pérdidas paralizantes que dificulten la emisión de títulos asegurados de deuda municipal y corporativa, limitando las fuentes de financiamiento a mediano y largo plazo y agregando una nueva capa de riesgo al negocio financiero.

Los ajustes de la tasa Prime han traído a su vez un efecto secundario: el spread entre la tasa LIBOR (London Inter Banking Overnight Rate) y la tasa Prime se ha alocado. LIBOR y Prime se mantienen alineadas con un spread entre las dos que se mueve entre 250 a 280 puntos básicos en la tasa a tres meses, que es la más especulativa.  Como los fundamentos que crean la tasa en los EEUU y en Londres son diferentes en este momento, la volatilidad de ese spread se ha incrementado, para delicia de los traficantes financieros y desesperación de los empresarios que tienen que acudir al mercado en busca de financiamiento de corto plazo. En resumen, serias limitaciones para el financiamiento de corto y largo plazo.

La política de rescate de las hipotecas subprime desarrollada por el gobierno de Bush se centra en hacer disponible fondos para restructuración de la deuda asumida por los adquirientes de casas que están entrando en impago. Sin embargo, la historia bancaria enseña que el 40-50% de los que no pueden pagar un préstamo, fallarán aunque le reestructuren el mismo y los pongan a pagar menos. Esta política se puede ver como el cuento del vaso, medio lleno o medio vacío.  Se salvarán 50% de los créditos malos o se fuñirán más allá de toda esperanza el 50% de los créditos subprime. De todas formas, el resultado neto sobre la economía de los EEUU es que el aporte del sector construcción al PIB de ese país será de más de 1% negativo.

El primer efecto que se sintió del tsunami de los subprime fue la subida de la tasa interbancaria, motivando que la Reserva Federal bajara la tasa Prime.  Como el problema no está resuelto, y todavía reina mucha desconfianza en la comunidad bancaria norteamericana, a la Fed no le queda más remedio que seguir bajando la tasa Prime.  En el futuro inmediato y hasta que el agua no se aclare, la tasa Prime deberá caer por debajo de 4% y más bien cerca de 3%. Adicionalmente la Fed más temprano que tarde deberá seguir la política de Bush y seguir haciendo disponible más dinero al sistema financiero para evitar colapsos mayores.  El problema es que este dinero va a resarcir pérdidas de especulación, no a aumentar la capacidad productiva o competitiva de los EEUU, por lo que no se espera que dinamice la economía.

Cuando el chofer del carro desacelera, todos desaceleran. La reducción del crecimiento de EEUU, un euro más caro, el precio del petróleo, las secuelas de la crisis de los subprime y la consecuente reducción del crédito afectarán negativamente el crecimiento de la Unión Europea. Excepcionalmente, Rusia y Noruega, grandes exportadores de gas natural y petróleo, así como de metales, tendrán ingresos extraordinarios.  Japón tomó medidas a tiempo y parece ser el menos afectado por la crisis, pero los orientales han sido tradicionalmente muy dados a esconder bajo la alfombra sus problemas y resolverlos adentro, a menos que el lio sea tan grande que les explote en las manos.

China e India, las grandes nuevas economías serán afectadas por la desaceleración de EEUU, pero dado su dramático desempeño, todavía el efecto no se notará hasta finales del 2008. 

Precios de petróleo a $100 el barril no tiene sustento. No es verdad que el consumo mundial ha subido de una manera abrupta, ni la disponibilidad u horizonte de inventarios ha cambiado de manera tan radical que explique el incremento de precios promedio de $64.60 el petróleo de Texas (WTI) en el 2006 a los $90 en noviembre del 2007.  Sin embargo, hay numerosas razones de mercado para explicar porqué el precio se mantendrá alrededor de los $75-80 para el 2008.

En resumen, la economía de los EEUU tiene un muy alto riesgo de sufrir una recesión agravando las consecuencias antes mencionadas y con un efecto de onda expansiva que puede ser desbastadora.  ¿Qué tiene que ocurrir para que esto pase? Casi cualquier cosa. Un aumento de los precios del petróleo, un incidente entre Corea del Norte y Japón, un lio en Irán, un ataque terrorista en EEUU, en fin, casi cualquier cosa.

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