Sin darse cuenta, sin procurarlo; como resultado   del comportamiento del PLD y el gobierno, y a pesar del erróneo accionar de reformistas, el reformismo puede ser opción en el 2012. Pero para ello tiene que producir cambios radicales, de actitudes y procederes, brindando la Asamblea del PRSC del próximo domingo una oportunidad al respecto.

El comportamiento del partido de gobierno viabiliza esta posibilidad: La imposibilidad de reelección consignada en la constitución actual y la que se discute, el desinterés mostrado hasta ahora por el Presidente Fernández de intentarlo;  discrepancias gubernamentales con el relevo natural del PLD; el  aliento a “presidenciables” que no concitan apoyo mayoritario, especialmente entre los reformistas que han sido determinantes en los triunfos del PLD y el exclusivismo de éste en su relación con el denominado bloque progresista.

Pero sobre todo, la actitud del gobierno frente al deterioro económico, social, moral y político que estamos padeciendo. Las recaudaciones caen y las autoridades pretenden compensarlo con endeudamiento interno y externo en lugar de reducir y reorientar el gasto, sin que sea lo suficiente para  eliminar el amenazante déficit fiscal; La inversión extranjera con la  que el gobierno postulaba compensar las contracciones en remesas, exportaciones y turismos, cae y por ello el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos se mantiene latente; La producción sigue descuidada a pesar de una reducción oficial en los interese que no llega plenamente a los agentes económicos, por  los altos costos tributarios, de energía y transporte, y por falta de infraestructura estimuladora;  manteniéndonos como economía de consumo de bienes importados alentada por acuerdos como el DR CAFTA; Los excesivos pagos en burocracia y subsidios privilegiados están creando una sociedad parasitaria.

El gobierno paraliza obras para las que obtuvo financiamiento mientras centenares de protestas se escenifican para demandarlas; estimula depredación ambiental principalmente en torno a mantos acuíferos con disposiciones ambivalentes relacionados con el cauce de ríos y proyectos como los Haitises. Y la corrupción no se detiene en ninguna puerta frente al incremento de tráficos humanos, de armas, drogas y dinero.

Ante éste cuadro las perspectivas reformistas para el 2012 pueden convertirse en realidad, recayendo la opción primaria en el PRSC si es que cambia para abandonar absurdas alianzas con un PLD que no lo quiere.

Y escoge una dirección colegiada e institucionalizada, unificadora y abierta, que actúe “con el corazón ardiendo y la cabeza fría”, en función de intereses nacionales en lugar de  particulares – partidarios reductores de la capacidad de aprecio, respeto e influencia de quienes pretenden asumir roles de liderazgo nacional.