2013: un año de muchas pruebas

<strong>2013: un año de muchas pruebas</strong>

El 2013 se perfila como un año que pondrá a prueba si somos capaces de equilibrar nuestras aptitudes y actitudes de manera tal que logremos salir airosos de los desafíos que tenemos por delante. Las circunstancias nos exigirán destreza y compromiso  para actuar oportunamente con tal de   lograr los mejores resultados. Por ejemplo, la inversión del 4% del PIB en educación nos pone ante el desafío de alcanzar las metas perseguidas. Existe  el reto de ser exitosos en la ejecución de programas como el impulso a las mipyme, reducir la brecha de exclusión y falta de cobertura en materia de seguridad social y atenuar las altas tasas de mortalidad materna e infantil. Habrá que emplearse a fondo para mejorar nuestro desempeño en el combate de  endemias como dengue, cólera, malaria y leptospirosis. Enfrentar con éxito el deterioro de la seguridad pública, el narco y la corrupción demandará más y mejor esfuerzo.

La reforma fiscal, que nació sin la bendición de un consenso, parece que afectará dramáticamente la capacidad adquisitiva de la gente y hay quienes temen un efecto recesivo, por lo menos en los inicios de su aplicación plena a partir del primero de enero. El Gobierno está ante el reto de lograr recaudar lo previsto con el mínimo de traumas sociales y económicos para la población. Estará a prueba su capacidad para lograr aumentar el número de contribuyentes asimilando actores del sector informal. Tendrá que consolidar la austeridad con una mejora de la calidad del gasto público y el recorte del dispendio,  y poder estabilizar la economía en niveles prudentes y realistas. Deberá deshacerse del lastre  de las duplicidades y organismos inoperantes en el Estado.

Por otra parte, el Gobierno tendrá que demostrar capacidad de transacción para negociar exitosamente con el sector eléctrico y lograr que deje de ser un barril sin fondo con pésimo desempeño. La modificación de los contratos con los generadores, mejorar el desempeño financiero de las distribuidoras de electricidad y agilizar la conversión de plantas a gas natural y carbón, deben estar,  necesariamente, en la agenda de trabajo de 2013.   

En fin, durante el 2013 estarán a prueba nuestra capacidad e inteligencia para actuar eficaz y oportunamente ante cada uno de los desafíos. Un signo positivo es que el Gobierno ha asumido actitudes que hacen percibir interés por darle el frente a  los problemas del país. Así las cosas, lo mejor que podemos hacer es enfrentarnos a los retos del 2013 con entusiasmo y dedicación con la meta de construir un país mejor.

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