2015: Año para revisar el Plan Estratégico 2020

2015: Año para revisar el Plan Estratégico 2020

El Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico indica que los planes estratégicos se revisan a mitad del período de ejecución. Ese momento corresponde en Santiago a este año 2015. Por eso el Consejo Estratégico se apoyará en 117 indicadores que el Banco Interamericano ha compilado en Santiago en el contexto de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES). La revisión del Plan 2020 es oportunidad en una coyuntura de crecimiento económico, de mejoría de empleos y alfabetización de la democracia, donde Santiago es el territorio en que la gobernabilidad tiene carta de ciudadanía.

Al revisar el avance de proyectos en planes estratégicos se determina qué tanto sus proyectos se concretaron, qué potencialidades tienen de ejecutarse en la mitad del período final. Se establece qué iniciativas están pendientes, cuáles deben posponerse y qué nuevos proyectos son incorporables.

Santiago 2020 pactó 50 proyectos organizados en cinco objetivos: Santiago Articulado, Participativo y Democrático para la gobernabilidad con 12 proyectos estructurantes; Santiago Cultural, Incluyente y Saludable para impactar la inclusión social con similar cuantía de iniciativas; Santiago Ordenado, Conectado y de Equidad Socio-territorial de cuatro intervenciones; iv) Santiago Sustentable, Verde y Amigo del Yaque con nueve proyectos y finalmente v) Santiago Emprendedor, Competitivo y de Empleos Dignos con 13 propósitos sinérgicos.

Su implementación depende de la inversión total que se realice. El sector privado invierte en proyectos pactados, pero requiere la inversión inteligente del gobierno. Estimamos en unos 66 mil millones a diez años la inversión necesaria para Santiago, a razón de seis mil millones anuales. El monitoreo de los presupuestos 2010 a 2015 indica que el único presupuesto que se acerca a los 5 mil millones de inversión es el actual. Los presupuestos del 2011 al 2014, la inversión apenas llegó a los dos mil millones anuales con un déficit del 66%.

Los contribuyentes de Santiago del 2010 al 2020 ingresarán al Estado más de un un billón de pesos en impuestos, de los cuales calculamos que en inversión el Gobierno necesita colocar un mínimo de 6.6% anual, reteniendo el 93.4%. Del 2011 al 2014, el Gobierno dejó de invertir en Santiago alrededor de 26 mil 400 millones. Otra pérdida fue la no entrega del Estado al Ayuntamiento de los recursos comprometidos en la Ley 166-03. Este desbalance inequitativo, injusto y anarquizante debe transformarse y eso precisamente es lo que vamos a evaluar.

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