2020: un año difícil, pero no fue malo

2020: un año difícil, pero no fue malo

Este 2020 pasara a la historia como el año en el cual un coronavirus convertido en pandemia provocó severos daños económicos y sociales a la economía global y por supuesto a la dominicana y aun no se vislumbra la luz al final del túnel, sin embargo no se puede decir que fue un año malo para el país, ha sido difícil y lo seguirá siendo en los próximos meses, sin embargo el país derrotó los intentos del “danilismo” de perpetuarse en el poder, la voluntad popular decidió salir de esa camarilla corrupta y hoy, gracias al cumplimiento de la promesa de un ministerio publico independiente por parte del Presidente Luis Abinader, comienzan los procesos en contra de los corruptos.

La pandemia del Covid-19 ha golpeado a todas las economías, provocando graves recesiones en muchas naciones, desempleo, pobreza y retroceso en término de los avances que logró AL y el Caribe en la última década.

En lo que al país se refiere, tomando como referencia la caída registrada por el Índice de Actividad Económica Mensual(IMAE) de -7.7% a octubre, en el mejor de los escenarios la caída del PIB estaría rondando en el orden de 6.0%, la mayor en la historia democrática del país. Para tener una idea de esa magnitud, baste recordar que la crisis de 2003-2004, provocada por las quiebras bancarias fraudulentas, la caída del producto fue de -1.3% y eso provoco que 1.5 millones de dominicanos pasaran de la clase media a la pobreza.

La inflación acumulada a noviembre fue de 5.05%, primera vez desde 2013 cuando se implementó el mecanismo de las “metas de inflación” en el diseño del Programa Monetario, que la inflación se coloca por encima de la meta 4.0±1.0%, es decir la meta era entre 5% y 3% y de seguro a diciembre estará cercana al 6%, obviamente que la depreciación del peso en el orden de 11% ha impulsado alzas en los combustibles, el transporte y los alimentos.

La caída de una parte del sector externo ha sido causa eficiente del comportamiento del PIB, por ejemplo el turismo, mayor generador de divisas y empleos directos e indirectos, presento a noviembre una caída de -69.0% en termino de los visitantes extranjeros, mientras las zonas francas estarían cerrando este año con un descenso de 5%.

Afortunadamente las remesas han contribuido a paliar un descenso estimado de UD$10 mil millones de ingresos del sector externo, y a noviembre las remesas han crecido en 14% y mientras en el 2019 se registró un ingreso de US$7,087 millones en este 2020 a noviembre va por US$7,346.9%.

El mercado laboral ha sido fuertemente impactado y la Encuesta Nacional Continua de la Fuerza de Trabajo (ENCFT) del Banco Central revelo que en el periodo abril-junio la población económicamente activa (PEA) disminuyo de 86.5% a 56%, que los ocupados ausentes (en los programas Fase) aumentaron de 122,460 a 1,428,589 y si nos vamos a los registros de la Tesorería de la Seguridad Social se han perdido 302 mil empleos formales.

En términos presupuestarios, tomando en consideración el presupuesto complementario aprobado en este gobierno, el déficit este año será equivalente a 9.2% del PIB, las necesidades de financiamiento de 13.2% del PIB y la deuda publica consolidada equivalente al 70% del PIB.

Cifras nada halagüeñas pero los fundamentos de la economía son saludables, el Presidente Abinader está concentrado en recuperar el turismo y atraer inversión extranjera, en la medida que la humanidad sea vacunada y ceda la pandemia, en esa medida la economía global se recuperará; aquí los esfuerzos que está haciendo el Presidente para rescatar la institucionalidad democrática representan otro estímulo a la inversión y la economía.

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