Casi siempre, resulta muy fácil hacer balances de fin de año. Sin embargo no así ocurre con las predicciones para el próximo año. Veamos:
1-El año 2022 cerrará como un evento donde se registraron todo tipo de ocurrencias variopintas. Desde aumentos en costos de las materias primas y alimentos, aumentos en las tasa de política monetaria del Banco Central hasta un incremento inusitado en el costo de los materiales de construcción.
2-Los residentes territoriales dominicanos también experimentaron un aumento en los actos de violencia de todo tipo, desde la doméstica hasta asaltos a mano armada, dejando más de un centenar de muertos y heridos.
3-En el ámbito social, hemos visto el surgimiento de una cultura agresiva hacia las buenas costumbres, el civismo patriótico y también al ámbito del núcleo familiar.
4-El acontecer político tampoco se ha quedado atrás, exhibiendo matices de todos los colores del arcoíris. Cada color emblemático de estos partidos ha tratado de justificar su accionar a favor o en contra del Gobierno.
5-El entorno judicial también ha sufrido los embates de acusados y acusadores. Aquí se ha dado un maridaje muy peligroso, donde han primado las denuncias y diatribas entre ambos. Sin embargo, se han hecho evidentes las debilidades del Ministerio Publico y el Poder Judicial.
6-La impronta educativa todavía no se ubica en un nivel de cobertura y desarrollo justa, debido a la falta de coherencia en los pénsums académicos, redacción de libros escolares y, ¿por qué no?, un marasmo intelectual en el profesorado.
7-El entramado de salud se ha dejado llevar por los dimes y diretes de sus actores principales y todavía no se ponen de acuerdo. Esto así, debido a que al paciente solo se le ve como un cliente, originando todo tipo de calamidades morales, emocionales y financieras.
8-A nivel se subsectores, el problema del tránsito vehicular desnuda dramáticamente la hipertrofia urbana producto de una corrupción edilicia endémica, inoperatividad de los patrones de transporte público y una actitud antisocial de los transeúntes. ¡Qué no decir del problema de alcantarillado pluvial y aguas residuales!
9-El accionar congresual tampoco escapa a una posible auditoría social, donde podrían salir a relucir todo tipo de intríngulis en la aprobación de leyes, préstamos y ¨reconocimientos¨ de todo tipo.
10-Producto de lo anterior, más otros factores que pude pasar por alto, el país se encamina hacia su ingreso en 2023 con una base social moral y económica muy lacerada.
El año 2023, es un año muy atípico debido a varios factores. Veamos:
1-En EE.UU. se están dando las condiciones políticas y económicas para una transición hacia el triunfo del Partido Republicano. Obviamente, este giro plantea una reorientación de las políticas del Departamento de Estado y el “establishment” de esa nación.
2-Esta reorientación repercutirá en la morfología política de América latina, el Caribe y Europa occidental.
3-En el caso de RD, el Gobierno y el poder fáctico tendrán que emplearse a fondo para aquilatar y luego beneficiarse de este giro.
4-Debido a que este es año preelectoral, la sociedad deberá estar alerta a los ¨Fake News¨ que se divulgan graciosamente en redes sociales.
5-También sería saludable que la ciudadanía se empodere, sin dejarse manipular, para que exija al estamento político soluciones a la problemática social y económica.
6-Hay que mantener constante observancia al Congreso a fin de que, por presiones de toda índole, no caiga en el desaguisado de aprobación de ¨iniciativas¨ y prestamos lesivos al interés nacional.