Es costumbre expresar deseos de año nuevo. Sabina, cantautor español, en mensaje de navidad, criticaba repetir deseos de felicidad que repetía todo el mundo. Endosándolo, deseo que en 2024 iníciense implementación de cambios profundos para encarar problemas de siempre abonados por los recientes.

Hemos tenido cambios superficiales, “light” en jerga juvenil. De formas, no de fondo. De fachadas, espumosos. De cara, no de estructuras.

Cambios Intrascendentes para que los trascendentes sigan iguales como paradoja de “El Gato Pardo”: novela narrando un príncipe siciliano que, para mantener influencia ante nobleza decadente, matrimonia su sobrino con hija de un plebeyo.

Hemos cambiado gobiernos y gobernantes con varias consignas de cambios. Cambiado caras, actores, espectáculos, escenarios y decoraciones; pero continuando sustrato estructural

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Se pretende resolver gastando más, no bien. Transporte con grandes inversiones urbanas que vislumbran campesinos y con más vehículos privados financiados por bancos comerciales, incluyendo estatal. Energía con inversiones elevadísimas que no reducen costos ni apagones. Educación con maestros descalificados, pero bien remunerados. Salud con hospitales bien dotados de equipos modernos que no funcionan por falta de insumos.

Migración rural-urbana está dejando campos vacíos. Déficits prosiguen: fiscal por excesivos gastos, comercial por rezago productivo y reducción de exportaciones.

Establecimientos humanos siguen caótizandose y desordenándose; sucios por basura acumulada no dispuesta, arrastradas a ríos y mares. Establecimientos comerciales e industriales sufren accidentes exponiendo ocupantes y vecinos. Bosques siguen talándose y desforestándose, deslavando suelos que enturbian aguas. Aire se contamina.

No internalizamos que comercio y mano de obra haitianas activan economía. Que la única forma de reducir presión migratoria es que Haití se desarrolle para que haitianos satisfagan sus necesidades. Que inseguridad ciudadana es consecuencia de desempleo y desesperanza abonada y abonantes del tráfico de ilegalidades. Que la delincuencia de cuello oscuro se inspira en la de cuello blanco que constituye una corrupción cuyas sanciones terminan siendo tímidas y efímeras.

¡Que 2024 inicie un cambio profundo para superar de raíz estos males; requiriéndose previamente el cambio político de gobernantes y opositores aunando voluntades para encararlos!