En los registros de las revistas ilustradas Blanco y Negro, del artista Francisco Palau; X, de los escritores Andrés Avelino y Rafael Andrés Brenes, y, claro está, Fémina, de las maestras, amas de casa y activistas Petronila Angélica Gómez Brea, Consuelo Montalvo de Frías y María Luisa Angelis Canino, puede constatarse que en 1925 se da un paso decisivo en el activismo feminista de la República Dominicana: es fundada la Liga Feminista Dominicana (LFD).
De acuerdo a las crónicas referenciadas en aquellas publicaciones, la instauración del primer movimiento político público liderado plenamente por las dominicanas, con el respaldo de intelectuales y políticos coetáneos, ocurre el 10 de mayo de 1925 en el local del “Kindergarden” de la señorita Mercedes Amiama, localizado en la casa número 10 de la calle Duarte. ¡Es decir, este 2025 se alcanza un siglo del activismo feminista dominicano!
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Allí, convocadas y convocados por la presidenta de la Liga de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas en Santo Domingo, Petronila Angélica Gómez Brea, ocurre una “importantísima reunión de intelectuales” por más de cinco horas, fruto de “un intercambio interesante de impresiones” referente al “molde” que conduciría la “noble y provechosa labor de la Mujer Dominicana (sic)” hacia la “absoluta libertad y grandeza de la patria”.
Se sella, entonces, un amplio plan y programa que promueve la educación como vía de emancipación. Además, se asume el compromiso de organizar en este grupo político a otras mujeres para prepararlas ante una gran misión: obtener el voto, construir la ciudadanía y participar en la política.
¿Quiénes estaban allí reunidas, reunidos? En las revistas aparece el acta que transparenta esta participación y el nivel organizativo de la naciente organización política: Petronila Angélica Gómez, presidenta; Consuelo Montalvo de Frías, vicepresidenta general; Carmen González de Peynado, presidenta del Comité Central de Santo Domingo; Ana Teresa Paradas, vicepresidenta del Comité Central de Santo Domingo; doctora Gladys E. de los Santos, secretaria de Actas, labor que la haría en compañía de la profesora Conchita Blanco Weber, sub-secretaria de Actas.
Aquella tarde de mayo estuvieron las licenciadas Natalia García y Eduvijis Rosas, quienes asumen como secretaria y subsecretaria de Correspondencias. Por unanimidad se designa a la pionera de la odontología, doctora Sofía Oliva de Carrasco, como tesorera. Y como vocales a las profesoras Enriqueta Maggiolo de Cruzado, Patria Mella y Dilia Perdomo.
Uno de los obstáculos que presentaban las decididas pioneras, al carecer de derechos civiles y políticos, era que la profesión de Derecho imponía, para ese entonces, pasantías en la que no eran aceptadas las mujeres o se les dificultaban las plazas. Pero aquella barrera la convierten en una grandiosa oportunidad de integrar a sus decididos aliados: el jurista Félix María Nolasco asume como abogado consultor; y en las asesorías figuran Federico Henríquez y Carvajal y Francisco Amiama Gómez. El inspector general es Luis C. del Castillo.
A lo subversivo de reunirse en lo público para un movimiento político, fundarlo, crear su programa constitutivo, se suma este hito innovador: una teleconferencia que une a feministas de Santo Domingo con las de San Pedro de Macorís. Y es que, de acuerdo a la “nota” publicada, Consuelo Montalvo de Frías, Celina L. de González y Laura H. Geraldino, ya colaboradoras de Fémina, “comunicaron por medio de un telefonema las ideas sustentadoras de la Liga Feminista Dominicana”.
En 1925, la fundación de la Liga Feminista Dominicana marcó el comienzo de un movimiento transformador. A lo largo de un siglo, las voces y acciones de las feministas han forjado el camino hacia una mayor igualdad y empoderamiento. En 2025, celebramos no solo los logros alcanzados, sino también el compromiso continuo de luchar por un futuro justo.