Hasta hace apenas unos meses, Vanessa Febrillet no figuraba entre las piezas del ajedrez político y mucho menos se vislumbraba como próxima regidora del distrito municipal de Doña Ana, en la provincia San Cristóbal. Hasta entonces, era una joven soñadora, hija de una respetada familia, cuyo hogar es considerado por todos en la comunidad como un modelo a imitar.
De niña, siempre ha sido influenciada por la trayectoria y accionar de su fenecido tío, el destacado catedrático universitario Mateo Aquino Febrillet, quien fue su bujía de inspiración para avanzar en sus estudios y el interés de lograr un sitial, desde el cual se pueda contribuir con el bienestar de la familia, su comunidad y la sociedad dominicana en sentido general.
Vanessa es egresada de la Universidad de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde también labora con cientos de jóvenes, en el programa SOL, que es una unidad especial que tiene la alta casa de estudios para promover la preservación y protección del Medio Ambiente y los Recursos Naturales.
Reflexionando sobre la sabia frase del filósofo Platón: “El precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombres”, han servido de plataforma para que la joven se interese por participar en los asuntos políticos, con el interés de poder hacer algo en beneficio de su comunidad.
Siguiendo la tradición de sus familiares, se animó a participar en las elecciones internas del Partido Revolucionario Moderno (PRM), logrando en apenas meses ganar el proceso celebrado del pasado 6 de octubre, siendo la candidata más votada y ganadora de todas las encuestas realizadas hasta el momento, ganándose el numero dos de la boleta de su partido.Esa aceptación no ha dejado de crecer, debido a que en sus recorridos se evidencia el apoyo y el entusiasmo de de los comunitarios de las diversas zonas de su demarcación.
Aparte de candidata a regidora, en la actualidad está en la etapa final de la maestría en Derecho Inmobiliario. Además, con una vasta experiencia del entorno laboral, combinados con estudios extracurriculares, entre los cuales se pueden mencionar diplomados, talleres, conferencias, y otros.
La joven se hace acompañar de un equipo de trabajo, conformado por jóvenes preocupados por el futuro de su comunidad y, a pesar de su juventud, es la única candidata que le ha presentado un programa de gestión con propuestas concretas, llevándolas personalmente a los diferentes sectores de la Sociedad como son las iglesias y las organizaciones comunitarias.