Redacción Internacional.- El coronavirus llegó a Latinoamérica, la última región que todavía no la padecía. Con la confirmación este miércoles del primer caso de la enfermedad en Brasil, el mundo está más alerta que nunca, tomando nuevas medidas para protegerse de un mal que ha dejado más de 2.600 muertos y 80.000 infectados en más de 40 países, la mayoría en China, donde se originó.
El primer paciente confirmado con el virus COVID-19 en esta región es un hombre de 61 años que estuvo en Italia y volvió a Brasil tras una escala en París, aunque las autoridades informaron que su estado no es grave, por lo que está en cuarentena domiciliaria y que se trata de un caso importado.
Igual, el ministro de Salud brasileño, Luiz Henrique Mandetta, afirmó que están buscando a las personas que tuvieron contacto con ese paciente y que ya han logrado hablar con unas 30, aunque la mayor preocupación ahora es por quienes compartieron el vuelo con él, que bien pudieron desplazarse a otras ciudades dentro o fuera del país.
Todo esto supone que no solo en Brasil sino en toda Latinoamérica se fortalezcan los protocolos de prevención, “ante la inminencia de la posible llegada del coronavirus”, como lo anunció hoy Paraguay, que activó un Centro Operativo de Emergencias tras conocer la situación en el vecino país.
Ante esto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticado por su inacción para enfrentar a la enfermedad, convocó para esta noche una rueda de prensa para abordar el problema, tras acusar a la prensa de “hacer lo posible” para presentar la situación “lo peor posible».
Con Brasil ya son al menos 44 los países donde se han presentado contagios, con más de 80.000 afectados, si bien la inmensa mayoría, más de 77.000, están en China, donde las muertes superan las 2.600.
En ese país, donde nació el virus en la provincia de Hubei, cerca del 14 % de los pacientes dados de alta han vuelto a dar positivo, aunque la progresión del mal se está frenando (20 % menos de casos y 27 % menos de muertes), con el número más bajo de contagios adicionales desde el principio de la crisis, a diferencia de focos en otras zonas del mundo, sobre todo en Irán e Italia.
Focos en Italia. En Italia, donde se pudo contagiar el paciente brasileño, se llegó a 12 muertos este miércoles, además de 400 enfermos, con la región de Lombardia (norte) presentando la mayoría de los casos, aunque Protección Civil ha informado que más del 95 % de las pruebas realizadas a otros pacientes han dado negativas.
En Europa también se supo de la segunda víctima mortal en Francia, donde hay 17 infectados, además de enfermos en Rusia, Croacia, Alemania, Austria, Suiza y los primeros confirmados hoy mismo en Grecia, Macedonia del Norte y Finlandia, todos ellos casos importados hasta donde se sabe, con excepción del primer contagio local que se registró en Sevilla, el décimo en total en España.
El otro gran foco está ubicado en Irán, donde las autoridades hablan oficialmente de 19 fallecidos y 139 enfermos, entre ellos el viceministro de Salud, Iraj Harirchi, aunque hay dudas frente a dichas cifras, porque en Qom, epicentro del mal en el país, se dijo hace dos días que había al menos 50 muertos y algunas fuentes acusan al Gobierno (que señala a EE.UU. de usar el mal como “un arma” para propagar el miedo) de “maquillar” los datos.
Esto ha llevado a la vecina Irak, donde hasta el momento se han presentado 6 casos, a realizar pruebas a más de 8.000 personas que llegaron en los últimos días de Irán, país con el que ha interrumpido sus vuelos y con el que quiere establecer sitios de cuarentena en las fronteras.
Incluso el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, reconoció esta jornada que algunos países afectados por la epidemia de COVID-19 no están compartiendo información con ese ente, por lo que urgió a que lo hagan “inmediatamente”, aunque sin señalar a nadie.
El alto funcionario también habló de incrementos repentinos de contagios “profundamente preocupantes”, en referencia a lo que pasa, además de Italia e Irán, en Corea del Sur, que hoy reportó un récord de 284 nuevos casos y suma ya 1.261 contagios, la gran mayoría en Deegu, ciudad en el sureste del país, y anunció la decimosegunda muerte por el coronavirus.
A esto se suma la primera muerte hoy en Tokio, la tercera en todo Japón, además de 160 enfermos, sin contar unos 700 pasajeros y tripulantes del crucero Diamond Princess, que tuvo que cumplir una cuarentena en las costas niponas, cuatro de los cuales perecieron.
Turbulencia. En la parte económica, aunque los mercados asiáticos siguieron presentando bajas ante el temor por el coronavirus (Tokio, -0,79 %; Hong Kong, -0,73 %; Shanghái, -0,78 %, y Seúl, -1,28 %), ante el temor por el coronavirus, en Europa hubo una relativa calma bursátil tras la tormenta de las dos jornadas anteriores, con subidas en Madrid, Londres, París y Milán, y solo un retroceso en Fráncfort, mientras que Wall Street cerró en terreno mixto.
Sin embargo, la volatidad seguía presente en los mercados, con caídas del petróleo Brent y el de Texas (en niveles no vistos en 13 meses), con los bonos a 10 años de EE.UU. y Alemania en sus niveles mínimos de rentabilidad y con el oro subiendo levemente.
Además, las ventas automovilísticas mundiales bajarán un 2,5 % en 2020 debido al coronavirus, según la agencia de medición de riesgo de Moody’s, que antes de la propagación de la enfermedad había calculado una caída del 0,9 %.
Llamados a la calma. Siguen creciendo las medidas en todo el mundo para controlar el virus como el dossier con información y consejos que está entregando la ONU en su sede de Nueva York.
A lo que se suma el anuncio de British Airways de que cancelará unos 22 vuelos entre Londres y Milán en las dos próximas semanas o la negativa de Jamaica e Islas Caimán a dejar atracar a un crucero que tiene un tripulante con síntomas de gripe.
Además, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por su sigla en inglés) instó a “no exagerar” ni sentir temor ante el avance del coronavirus, una afección con una tasa de mortalidad inferior a la gripe común a la que se combate con una higiene correcta pero no “con el pánico”, según dijo a Efe su presidenta, Gloria Guevara.
Por su parte, la OMS y la Organización Mundial de Turismo (OMT) pidieron hoy conjuntamente que la respuesta del sector turístico al brote de COVID-19 sea “medida, coherente y proporcionada” a la amenaza que supone para la salud pública.
También los pedidos para luchar contra los rumores y noticias falsas frente a esta crisis sanitaria, como la de que los mosquitos trasmiten el coronavirus, que la enfermedad se puede contagiar por monedas y billetes o que los secadores de manos matan el virus.