Europa comienza a contagiarse del coronavirus, y en algunos países, como en Italia, la economía comienza a debilitarse luego del cierre de empresas, centros comerciales, restaurantes, bares, y hasta el célebre Carnaval de Venecia, que anualmente aportaba millones de euros a esa nación, durante los días de celebraciones en las que participaban miles de turistas de todas parte del mundo.
Las calles de las principales ciudades del norte de Italia, como Milán, lucen vacías luego que se reportara a más de mil personas infectadas con el coronavirus, y varias muertes, que han atemorizado a la población.
España, que apenas hasta hace un par de días, solamente había informado de un par de contagiados, ahora ha elevado el número, y algunos de los enfermos habían estado en Italia. Como prevención, el protocolo sanitario español se ha reforzado y extendido a varias regiones por temor a un mayor avance del virus, que está causando pérdidas económicas de consideración, como por ejemplo la suspensión en Barcelona, del Mobile World Congress, con un impacto económico de 500 millones de euros, dejando esta ciudad sin percibir una de las mayores fuentes de ingresos anuales de la capital de Cataluña.
Lo mismo ha sucedido en Alemania, donde han aparecido varios contagiados, aunque en un menor número, las autoridades decidieron suspender la Feria internacional de Turismo de Berlín, la mayor del mundo, en la que participaban más de 10 mil empresas, procedentes de 180 países, un extraordinario evento que hace unos años pude conocer durante varios intensos días, en un Berlín encantador que se convierte con dicha feria, en una cita mundial en torno al turismo internacional.
La emergencia sanitaria que ha desatado el virus iniciado en China tiene a la economía mundial aterrorizada, y no es para menos, pues los impactos negativos han sido evidentes, y ojalá que no vaya a más, como pronostica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Inglaterra, Francia, y otras naciones del Viejo Continente también han reportado algunos casos, pero no es una situación tan alarmante como en Italia, que después de China e Irán, es la más crítica.
En Irán la presencia del coronavirus ha afectado gravemente a altos funcionarios gubernamentales.
Asimismo, en Eslovaquia, su primer ministro y otros personajes famosos están fuera de circulación, y la gente comienza a rumorar maliciosamente que tienen el coronavirus.