La llegada de un nuevo año nos brinda la ocasión propicia para evaluar y replantear ejecutorias: sus resultados, reservas, los errores y las omisiones.
(ULTIMA PARTE)
El próximo 16 de diciembre cumple el gobierno 16 meses de ejercicio. Habrá transcurrido la tercera parte de su periodo constitucional. Esto, junto al advenimiento de un nuevo año, brinda ocasión propicia para evaluar y replantear ejecutorias: sus resultados, reservas, errores y omisiones.
Detener el rezago agropecuario y alentar otras actividades primarias requiere flexibilizar las normas prudenciales y recuperar, tan pronto sea posible, la rebaja progresiva de las tasas de interés que venía observándose para hacer el crédito mas accesible a mas sectores productivos y personas; lo cual fue interrumpido recientemente ante las amenazas inflacionarias presentes.
Pero para que el Banco Central pueda, sin arriesgar la estabilidad económica, flexibilizar las normas prudenciales y proseguir la reducción de las tasas de interés se requiere el saneamiento aspirado en la expirada ley 167-07 de recapitalización. Al cierre del año 2020 la deuda del Banco Central por valores de circulación comenzados a emitir a raíz del mal manejo de la crisis bancaria del 2002 ascendía a RD$683 mil millones, en circunstancias que la deuda del gobierno con el Banco Central era de RD$555 mil millones. Es decir, si el gobierno pagara su deuda con el BC, este pudiera redimir sus valores y readquirir una solvencia que le permita seguir reduciendo los intereses y flexibilizar sus normas. Conscientes que esto constituye la mitad del presupuesto nacional, la solución efectiva a ésta situación puede ser concebida por vía patrimonial o a un financiamiento externo.
Sin embargo, esto último no será posible mientras el gobierno siga interviniendo en el mercado financiero, comprando títulos de deuda para cubrir sus déficits. Estimamos que para fines de año, matizado por gastos extraordinarios, al gobierno le faltarían RD$100,000 millones para cubrir sus cargas fijas (gastos corrientes +amortización de deuda) suma que succionará del dinero privado en circulación atraído por tasas de interés que están promediando 8%, duplicando la tasa de política monetaria establecida por el Banco Central. Mientras subsistan los déficits fiscales financiados por los bancos comerciales comprando títulos gubernamentales por este monto, a éstos no les interesará prestarles a cien mil clientes de a millón de RD$ cada una para producir bienes y crear empleos.
El gobierno ha tenido un incremento de ingresos corrientes de 10% con relación a lo presupuestado complementariamente en junio. Esto equivale a un incremento de RD$75,000 millones. Habría que ver en qué medida este logro se ha debido a los adelantos de las empresas mineras y financiera; y qué pasaría cuando éstas empresas comiencen a reclamar deducciones por dichos adelantos.
.Estimamos que los gastos corrientes terminarán prácticamente igual que como se establecieron en el presupuesto complementario de junio, aún cuando superarán 12% el presupuesto original. Dichos gastos corrientes- burocracia, subsidios, intereses de la deuda, etc.- podrían terminar superando las recaudaciones totales en aproximadamente RD$ 12,000 millones. Pero sumadas las amortizaciones de la deuda pública, las cargas fijas habrán superado los ingresos ordinarios en los RD$100,000 millones citados
. Los gastos de capital habrán sufrido un desplome extraordinario del 40% de lo re-presupuestado en junio. Se habrán dejado de invertir RD$54,000 millones en el año que hubieran podido incrementar los activos fijos requeridos para el desarrollo nacional. Este sacrificio del gasto de capital es lo que hace llevar a las autoridades a proclamar vanamente la disminución del gasto total
. El desplome de los gastos de capital contrasta no solo con los proyectos de inversión postulados en el presupuesto sino con los frecuentes anuncios de obras por parte del Presidente de La República en las tantas visitas que efectúa a comunidades y grupos sociales, así como de los tantos primeros picazos, palazos y brochazos que casi diariamente se escenifican
.Esto último debe constituir motivo de análisis puesto que pudiera llegar a afectar el prestigio y respeto al gobierno evidenciando diferentes velocidades entre el accionar del mandatario frente a su gobierno. Y llegar a afectar la credibilidad y confianza en el Presidente de la República, atributos indispensables para la sostenibilidad y perfectibilidad de la democrática.
.Transcurrido la tercera parte del periodo de gobierno, las mayores preocupaciones se centran en el diferimiento y lentitud de cómo se están enfocando las reformas necesarias para garantizar una sostenible y mejor distribución del crecimiento económico. El gobierno ha desistido, guiado por un concepto errado de reforma fiscal, abordar esta iniciativa. Y las demás reformas planteadas se administran una lentitud y dentro de una complejidad procedimental que no se perciben avances hacia una feliz terminación dentro del tiempo que le resta al gobierno.
Uno de los propósitos mas esenciales de las reformas a implementar se relaciona con la institucionalización del país. No solo no se han cumplido con los preceptos de las leyes 41-08 y 247-12 de función pública y orgánica de la administración pública sino que se han tomado medidas aisladas que tienden a complejizarla en lugar de simplificarla, con la creación de superestructuras que suplantan las estructuras administrativas.
Se agrava por el ejercicio invasivo de funcionarios en áreas y programas que no son de su competencia, en el pregón prematuro de resultados que lo hace sentir pírricamente satisfechos hasta el punto de celebrar fiestas millonarias, en el autoelogio o elogio mutuo asociados realizaciones que no se observan y/o a confundir éstas con el deber ser de sus funciones
.Como consecuencia persisten deficiencias en servicios públicos. Salvo la vacunación en el manejo de la pandemia, no hay evidencias de mejoría significativa en los servicios de salud. Persisten las deficiencias educativas, cuestionándose los concursos para reclutamiento de maestros y administraciones de programas de bienestar estudiantil. Las pérdidas en el sector eléctrico aumentan mientras los funcionarios administradores se premian aumentándose el sueldo.
Mientras los entaponamientos hacen insoportables e improductivas las actividades diarias, las instituciones bancarias del Estado financian el incremento del parque vehicular de consumo en lugar de financiar el parque productivo. Y sobre todo la inseguridad ciudadana que se mantiene entre reformas y reformas policiales, así como el deterioro ambiental y la utilización de espacios públicos para actividades contaminantes.
No hay evidencias de mejoría significativa en los servicios de salud.
Si el gobierno le pagara al BC, este pudiera redimir sus valores
El gobierno ha tenido un incremento de ingresos corrientes