25 AÑOS DEL DREAM TEAM

25 AÑOS DEL DREAM TEAM

Cambió la historia del baloncesto y ahora se celebran 25 años.
¿Quieren sentirse nostálgicos?. Excelente. Mejor aún, ¿quieren sentirse viejos?.
Tal día como hoy, hace 25 años, el equipo masculino de baloncesto ganó el oro Olímpico.
Canonizados como “el Dream Team”, este equipo puso al baloncesto internacional de cabeza, y su impacto mundial es eterno.
El Dream Team abrió las puertas de la NBA en China, y el amorío entre el mundo y el deporte del baloncesto comenzó.
Sus encuentros previos no eran partidos en sí, más bien eran ceremonias de alfombra roja en las cuales reían, galopaban y, en el caso de Toni Kukoc, asfixiaban a sus oponentes, venciéndoles por 44.3 puntos por partido, segundos tras los 53.2 puntos de la escuadra de 1956 con Bill Russell de protagonista.
La canción del Dream Team es una de aquellas que todo el mundo sabe, gracias a los documentales, artículos y libros publicados en el cuarto de siglo que ha pasado desde la excursión de verano. Incluso, un grupo conformado por algunos de los nombres más legendarios de este deporte (Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird) no es inmune al juego de “¿qué habría pasado si…? Es un viaje sicodélico a un universo paralelo. ¿Qué habría pasado si el equipo de Estados Unidos hubiese ganado el oro en los Juegos Olímpicos de 1988 en Seúl, Corea del Sur?

Esta es, de lejos, la pregunta más importante con respecto al Dream Team.
El bronce de Estados Unidos en los Juegos de 1988 fue un momento crucial.
La Unión Soviética venció a Estados Unidos 82-76 en semifinales (no contaremos el chiste de “los rusos le ganan a Estados Unidos en un juego que estos crearon»). Hasta 1988, sólo se permitían jugadores universitarios en la arena Olímpica. Eso cambió después. “Personalmente, me gustaría una mejor oportunidad de poder competir”, dijo el entrenador de Estados Unidos y entonces con la Universidad de Georgetown, John Thompson.
“Estoy a favor de tener profesionales jugando en los Olímpicos”.

No todos estaban dispuestos al cambio. Bill Wall, director ejecutivo de la Asociación de Baloncesto Aficionado de los Estados Unidos, se refirió a temas filosóficos. “¿Quieren ver a los mejores jugadores ganarle a todos los demás?”. Pues bien, la respuesta fue un sonoro “sí”. En Munich, el 7 de abril de 1989, la FIBA tuvo votación 56-13 que permitió la participación de los profesionales.

Muchos, como fue el caso del secretario general de la FIBA Boris Stankovic, lo vio como “la entrada triunfal en el siglo XXI” del baloncesto olímpico. Stankovic fue proponente de permitir el acceso de los jugadores de la NBA, ya que eran los únicos prohibidos de participar. Uno de los críticos más fuertes, sin embargo, fue la propia Asociación de Baloncesto Aficionado de los Estados Unidos, que tomó dicha posición ya que tener jugadores profesionales participando eliminaba sus oportunidades de jugar.

Entonces, ¿el bronce de Estados Unidos en Seúl ’88 llevó a introducir a los NBA? Quizás no en cien por ciento, pero sin duda ayudó a un proceso ya en movimiento. Pongámoslo de esta forma: si hay algo que define a la frase de Big Sean: “Anoche perdí, pero esta noche estoy de vuelta” es el equipo de baloncesto de Estados Unidos entre 1988 y 1992. También vale la pena decir que, si Estados Unidos hubiese ganado el oro en 1988, quizás no se hubiese producido el movimiento a favor de los NBA.

Ver jugadores de la NBA en los Juegos Olímpicos es la norma hoy en día. Sin embargo, inmediatamente después de la decisión, el deseo de jugar fue un poco más de 50-50.

Superestrellas de la talla de Isiah Thomas, Magic Johnson y Karl Malone no escondían su emoción. “Iría de inmediato y pagaría por mi boleto de avión”, dijo Malone. Pero, en una encuesta de 1989, se reveló que solo 58 por ciento de los jugadores de la NBA participarían si se les diera la oportunidad. ¿El más grande en decir no? Jordan. Lo cual nos trae a la siguiente pregunta…

¿Qué habría pasado si Michael Jordan hubiese mantenido su palabra y no hubiese jugado en Barcelona ’92?

Es la hora de ponerle sal a la herida. El factor de Isiah Thomas Vs. Jordan era un asunto verdadero, un duelo con orígenes en el Juego de Estrellas de 1985, conocido en los círculos del baloncesto como “la ley del hielo”. ¿Cómo sabemos que Jordan no quería nada que ver con Thomas como compañero? Pues lo dijo él mismo. “Esa fue una de las indicaciones que se me dieron, que Isiah no era parte del equipo”, dijo en un documental sobre el Dream Team de 2012. La exclusión de Thomas sigue siendo una emocionante subtrama del baloncesto de los años 90, ya que el comité de selección estuvo dispuesto a hacer todo lo posible para conseguir que Jordan jugase, incluso sacrificando a Thomas.
Dónde están y qué hacen los integrantes del Dream Team?
Hace 25 años el mundo se paralizó para ver cómo Estados Unidos recibía la medalla de Oro en los Juegos Olímpicos. Te presentamos qué hacen cada uno de los jugadores de esa selección.
4 de septiembre de 1991 – Thomas dice que, si no es invitado a Barcelona ’92 ese mismo mes, no culpará a Jordan “Si bien no puedo hablar por Michael”, dice Thomas, “puedo decir que esa rivalidad no existe”.

24 de septiembre de 1991 – El comité de selección publica los nombres de 10 jugadores invitados a formar el equipo de baloncesto masculino para los Juegos Olímpicos de 1992: Charles Barkley, Larry Bird, Ewing, Johnson, Malone, Chris Mullin, Scottie Pippen, David Robinson, John Stockton y, sí, Jordan. Jack McCloskey renunció al comité de selección por la omisión de Thomas, llamándola “ridícula”. ¿La respuesta de Jordan? “Si hubiese tenido algo que ver con la selección, hubiese escogido a mi madre y mi hermana. No tuve nada que ver con eso”. Sí, claaaaaaro.

18 de marzo de 1992 – Jordan abiertamente afirma querer jugar. Pero no hasta que le muestren la plata. El grupo Jordan no estaba contento con los derechos de mercadeo, en particular, los que tienen que ver con la camiseta oficial Olímpica con los retratos de todos los miembros del equipo. El tema no era que USA Basketball, organización sin fines de lucro, haga algo de dinero. El problema de Jordan era con la NBA buscando lucrarse. Fue un ejemplo sutil pero innegable de lo denominado por The New York Times en aquella época como “una relación en franco deterioro con la NBA con respecto al tema”. Jordan fue vehemente al decir que el dinero no era el tema que lo hacía evitar su participación. Sin embargo, “esto es un negocio”, dijo. “Esto es lo que ocurre cuando permites que los profesionales participen”.

20 de marzo de 1992 – Pues, el dolor de cabeza apenas dura 48 horas. El agente de Jordan, David Falk, confirma que habrá un acuerdo, y que Jordan jugará en el verano en Barcelona, España. USA Basketball pudo asegurar el rostro que quería desesperadamente. Sin Jordan, Estados Unidos podría haber ganado el oro.
casi seguramente. Pero vale la pena preguntar, ¿sería la NBA la fuerza internacional que es hoy en día si Jordan se hubiese quedado en Estados Unidos ese verano de 1992?

¿Qué habría pasado si Shaquille O’Neal hubiese sido escogido como jugador universitario del Dream Team, en vez de Christian Laettner?

Ámenlo u ódienlo (y muchos piensan ambas cosas de él), el estrellato de Laettner era innegable previo a los Juegos Olímpicos. Su hoja de vida en la Universidad de Duke estaba llena de logros: dos campeonatos universitarios nacionales al hilo, en 1991 y 1992, tres veces All-American, Más Valioso de la Final Four y Jugador Nacional del Año en 1992. Combinen eso con una de las jugadas más memorables de la historia del baloncesto colegial, y Laettner estaba en el cielo. Rodeado por talento de élite que se destacaba por encima del suyo, es muy comprensible que no haya tenido mucha acción en Barcelona ’92. Sin embargo, si quieren ganar una apuesta segura en un bar, pregunten a sus amigos quien promedió la menor cantidad de puntos en el Dream Team. Seguramente, la mayoría dirá que fue Laettner (4.8), quien luego tuvo una sólida carrera en la NBA, con un promedio de 12.8 puntos y 6.7 rebotes en 13 temporadas. La respuesta correcta, de hecho, es Stockton (2.8), ya que el futuro miembro del Salón de la Fama no actuó en los primeros cuatro partidos con una pierna rota.

Pero estamos claros. Hablamos de Shaq. En 1992, la idea era que los pívots tendrían dificultades en las líneas trapezoidales de las reglas internacionales. Eso es muy cierto, pero la idea de tener a un O’Neal de 20 años contra Angola o Alemania es una visión asesina. En serio, piénsenlo: Johnson comienza la jugada, y Jordan y Pippen a los lados de un joven y veloz Shaq con 20 añitos.

Es divertido imaginarse a un joven O’Neal haciendo quiebres rápidos en Barcelona, porque ya sabemos lo destructivo que Shaq fue con sus quiebres rápidos en Orlando con Penny Hardaway. O’Neal recibiría después su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996. Sin embargo, al cuatro veces campeón de la NBA no le agradó que fuese omitido en 1992. “Me molestó. Tenía envidia”, dijo O’Neal en 2002. “Luego entendí que yo era un jugador más explosivo y poderoso. Laettner tenía mejores fundamentos que yo”.

Sin Magic Johnson no hubiésemos visto a Larry Bird ni a Michael Jordan. Sin Magic Johnson, ni Larry Bird ni Michael Jordan no hubiésemos tenido un Dream Team.

Literalmente, una decisión cambió al mundo.

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