Olvidamos, con facilidad, acontecimientos que marcan hitos en la historia, las más de las veces inducidos por culpables de las peores tragedias ocurridas en el país.

Por ejemplo el  25 de setiembre de 1963.

Cuando se le habían caído todas las acusaciones mentirosas,  acusaron al candidato del Partido Revolucionario Dominicano, Juan Bosch, de comunista.

Llevó la voz cantante la iglesia desacreditada por su papel de lacayo de Trujillo que en el último episodio se viró y, reciclada,  volvió a jugar su papel de retranca y de defensora del statu quo.

A pesar de todo, el Partido Revolucionario Dominicano y su candidato Juan Bosch, barrieron el 20 de diciembre de 1962, día de las elecciones. Entonces, regaron la voz de que Bosch no tomaría el poder y luego llevaron inocentes estudiantes de primaria a manifestaciones en el Congreso para que se mantenga la educación religiosa en las escuelas.

Después fomentaron manifestaciones de reafirmación cristiana, como si el cristianismo hubiera estado en peligro en la República Dominicana. De esas acciones no recuerdo que se haya hecho un mea culpa tan sonado como una cualquiera de las manifestaciones de reafirmación cristiana donde se juntaban macos y cacatas y más cimarrones que mansos. Fue una campaña permanente en contra de la voluntad popular, en contra de que el pueblo pudiera vivir bajo un régimen en el cual la Constitución y las leyes fueran la  norma que guíe la conducta de gobernantes y gobernados.

Para muestra veamos ésta: dijeron que los constituyentes de 1963 eran una partida de burros, y come yerbas, y esos come yerbas produjeron la Constitución más avanzada que ha tenido el pueblo dominicano. ¿Quién estaba equivocado?

Equivocados o no, continuaron con su política de impedir el avance del pueblo hasta que produjeron el Golpe de Estado del 25 de setiembre de 1963. Dos meses después el Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1J4) y su líder Manuel Aurelio (Manolo) Tavárez Justo, crearon varios frentes guerrilleros en montañas de las tres regiones. Manolo y varios de sus compañeros fueron fusilados cerca de la Nochebuena de 1963.

Grandes manifestaciones en demanda del retorno a la constitucionalidad fueron realizadas en 1964. El triunvirato aprovechó para deportar y encarcelar decenas de personas. Cuando estalla el Movimiento Constitucionalista el 24 de Abril de 1965, la resistencia la conforma el mismo cuadro del Golpe de Estado: Iglesia Católica, alto comercio importador-contrabandista-militares y policías que estrenaron la corrupción abierta, grupos norteamericanos que  buscaban ventajas económicas.

Esas fechas no se deben olvidar. Hay que mantenerlas vivas, para que no se repita la tragedia.