27 de Febrero: ¿fecha de independencia o de separación de Haití?

27 de Febrero: ¿fecha de independencia o de separación de Haití?

El 27 de Febrero se conmemora el surgimiento del Estado Dominicano, no la proclamación de la Independencia Nacional, como consignan y repiten historiadores dominicanos. “Eso es un mito, aquí lo que hubo fue separación de Haití”, afirma categórico el doctor Emilio Cordero Michel, uno de los pocos cronistas del acontecer que ha establecido por años esa diferencia.

“Esos son historiadores que han tomado esa norma posteriormente a Duarte, porque antes se hablaba de Separación. Pienso que, comenzando por el llamado padre de nuestra historia, José Gabriel García, que era un antihaitiano fanático, quizá quisieron igualar el proceso dominicano al latinoamericano, como que fue un proceso de lucha contra una potencia colonizadora, esclavista, que no fue nuestro caso”, aclaró el académico.

Significó que el 27 de Febrero de 1844 nació un estado teóricamente libre, independiente, soberano, que se llamó República Dominicana, pero no hubo lucha ninguna, ni siquiera un herido cuando se proclamó la Separación de la primera república libre, independiente, soberana y antiesclavista de América, o sea de Haití, y no fue producto de un proceso de guerra, ni de lucha sangrienta, no hubo víctimas, porque fue un proceso de separación, reiteró.

Añadió que el trabucazo de Mella fue un tiro al aire “porque los convocados esa noche, en la Puerta de la Misericordia, estaban rajados, a punto de no participar. La Separación se había programado para mediados de enero, pero al no llegar los regimientos, se pospuso para el 25 de febrero, que tampoco se presentaron. Cuando el 26, el 27, se supo que venían marchando hacia acá es cuando se convoca al acto del 27 en la Misericordia, y ante la vacilación de los sectores presentes, que eran de clase media, Mella hace un disparo hacia donde estaban las tropas haitianas, para comprometer a los que estaban ahí. Hay algunos historiadores irresponsables, charlatanes, que dicen que Mella estaba borracho, que se le zafó un tiro”.

Las tropas haitianas, agregó, se rindieron al día siguiente, a través de negociaciones con el cónsul francés, y se fueron de aquí con tambor batiente y sus banderas, no fueron hostilizadas. Citó al historiógrafo Emilio Rodríguez Demorizi quien recoge la versión de que hubo lágrimas de parte de las mujeres que veían retirarse a sus maridos o compañeros militares haitianos. “Aquí no hubo expulsión violenta, se fueron pacíficamente por toda la ruta del Sur, hasta que llegaron a Haití”.

Para Cordero Michel, el 27 de Febrero se ha relacionado con la Independencia “después que surgieron las guerras dominico-haitianas, en marzo de 1844, cuando se produce todo un prejuicio antihaitiano, hasta el día de hoy. Es cuando se habla de Independencia, de la cual Duarte nunca habló, sino de Separación: “Separación, Dios, Patria y Libertad”, ese era uno de los lemas de Los Trinitarios”, manifestó. Durante años, refiere, “se habló de Separación, no de independencia, incluso las principales calles del país se llamaban Separación”.

Ese Estado que surge en 1844, que es el resultado de todo un proceso de lucha y conspiración de un grupo de dominicanos pequeños burgueses integrantes de La Trinitaria, encabezados por Duarte, es un estado, explica, “que no encajaba en la realidad dominicana, porque no existía una clase social, una burguesía nacional capaz de defender sus intereses patrios. Y la prueba es que desde que surge ese Estado, comienzan de inmediato a propiciar el protectorado, la anexión a Francia, España, Estados Unidos, Inglaterra, o sea, no existía una verdadera burguesía nacional, había una clase comercial, mercantil, fundamentalmente extranjera, pero que no tenía ningún sentimiento nacional”.

Tras una extensa exposición de las maniobras infames, antipatrióticas, de Tomás Bobadilla Briones y los demás afrancesados que tomaron el control de la Junta Central Gubernativa Provisional, desplazando a los Trinitarios para revivir viejos planes de incorporación a otras potencias, el distinguido catedrático universitario concluye en que la Independencia Nacional “se plasma, se logra, en 1865, cuando se expulsa a los españoles de aquí, producto de una auténtica revolución de liberación nacional que no solamente tuvo como finalidad la restauración de la soberanía sino que fue una guerra social en la que sectores populares, a diferencia del movimiento de 1844, se plantearon objetivos revolucionarios”.

El 27 de Febrero, para Cordero Michel, tiene, sin embargo, gran trascendencia histórica, porque una porción del pueblo “decidió separarse de Haití y proclamar un estado independiente, libre, soberano”.

[b]HISTORIA DE LA AVENIDA[/b]

La avenida 27 de Febrero era un proyecto que existía desde 1961 en el planeamiento de la ciudad, según explicó el ingeniero Rafael Tomás Hernández, quien desde esa fecha, y hasta los años 80, trabajó en esa inmensa vía que constituye el eje de referencia más importante de Santo Domingo.

A la caída de Trujillo, el entonces Presidente Joaquín Balaguer, quien sustituyó al tirano, le comunicó el deseo de urbanizar y construir un gran parque en todo lo que fue el Aeropuerto General Andrews. “Cuando intervinimos, en ese año, lo que se había planificado era la vía San Martín, que era la salida al Cibao. Se pensó en la Kennedy, que iba a desembocar a la Barahona. La vía se origina por el Aeropuerto, que tenía dos grandes pistas: una al Norte, que corría paralela a la San Martín, y otra al Sur, que corría paralela a la México”, refiere el urbanista.

Entonces, añade, se comenzó la construcción de esa popular avenida, de la John F. Kennedy, “y un trozo que fue el empalme de la Máximo Gómez con lo que era la antigua Tiradentes”, sobre la vieja terminal. Los trabajos tuvieron una duración de seis o siete meses y se interrumpieron cuando Balaguer debió abandonar el poder, pero la avenida se abrió al tránsito hasta la Ortega y Gasset, la Presidente Ríos (hoy Leopoldo Navarro) y la San Martín, manifestó Hernández.

En 1962, según el experto constructor, los dueños de las tierras de esos predios hicieron valer sus derechos, reclamándolas, y de lo que iba a ser un gran parque, sólo fue posible levantar el Centro Olímpico. En 1966, al asumir nuevamente el mando, Balaguer retomó el proyecto y la 27 de Febrero, que sólo existía desde la Leopoldo Navarro hasta la Abraham Lincoln, “se prolongó hacia el Oeste para llegar hasta la Isabel Aguiar. En 1975 se iniciaron los trabajos para conectarla con el Puente Duarte y un año después se llevó a cabo el empalme de esa arteria con la autopista Las Américas”.

En una tercera etapa, relata el arquitecto Hernández, fue prolongada hasta la autopista Duarte.

En todos esos trabajos intervinieron las constructoras Bisonó y Hernández y Mondesí y los ingenieros Lluberes, Rafael Monegro y José Benedicto Almonte.

Para el ingeniero Rafael Tomás Hernández, la 27 de Febrero “es el espinazo, la columna vertebral de Santo Domingo. Era mandatorio tener una avenida que resolviera el cruce de la ciudad para salida hacia el Este y el Oeste, camino al Cibao y a San Cristóbal, una avenida organizadora de la trama urbana”.

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