Por Merylenny Mueses

En las calles de la vibrante Quisqueya la bella, entre el bullicio y la vida cotidiana, hay héroes de cuatro patas que a menudo pasan desapercibidos. Hoy, 28 de mayo, es un día para cambiar eso ya que se celebra el Día del Perro sin Raza.

Ser dominicano y pasear por cualquiera de los rincones del país caribeño es ver uno de estos perros “viralatas”, no hay un animal más juguetón que los de esta categoría, además de que parecen bautizados con agua bendita porque pueden ingerir cualquier tipo de comida callejera ¡y no les hace daño!

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Curiosidades del perro “viralata” dominicano:

El perro viralata tiene buena memoria, si un día le compartes alimento, eres gentil o juguetón, nunca se olvidará de ti, por lo que si estás en peligro te puede socorrer.

Si lo ves en la calle le puedes decir “chivi chivi” y entienden, ¡hasta te menean la cola y todo!

Si el animal reside en tu mismo sector, cuando te vea con alguna persona desconocida, ladrará en sentido de alerta.

Pueden comer hasta fritura y les aprovecha, se ponen gordos y bonitos.

Si adoptas uno, se adaptará fácilmente a la vida del hogar y tendrás un amigo fiel para toda la vida.

Además, son el resultado de la mezcla de varias razas, lo que les confiere una singularidad y resistencia especial.

¿Por qué deberías adoptar?

Un perro, sin importar su raza es un ser viviente y no merece estar expuestos a las condiciones inhóspitas de lluvia, sol y sereno de las calles.

Según psicólogos, hacer un acto de altruismo puede liberar endorfinas de tu cerebro, por lo que adoptar un perrito viralata y condicionar su vida, puede conducir positivamente las hormonas del bienestar en tu cuerpo.

Estos animales son más agradecidos, al contrario de cómo muchos piensan de que no tienen discernimiento, si pueden elegir a quienes estimar y constantemente muestran afecto, cuidado y protección, según su instinto.

Última y más importante: si no tienes pareja sentimental, tus allegados no te podrán decir “ es que fulano no tiene perro que le ladre”, porque puedes contradecirlos confirmándoles que el viralata que adoptaste siempre estará dispuesto a hacerlo.