WASHINGTON.  Agencias.  La economía de Estados Unidos perdió 284.000 empleos en septiembre, tras haber perdiodo 127.000 en agosto.

Esto hizo que la tasa de desempleo se  disparara brutalmente en octubre en Estados Unidos, a 6,5%, su mayor nivel en más de 14 años, con una ola de supresiones de empleo digna de una profunda recesión, que confirma la dura tarea que le espera a la futura administración de Barack Obama.

«La tasa de desempleo podría superar la barra del 7% a principios de año próximo. Ya superó el nivel de junio de 2003 y la pendiente de la tendencia es casi vertical», se inquietó Ian Shepherdson, economista del instituto High Frequency Economics.

 El departamento de Trabajo destacó la fuerte aceleración de la degradación del mercado del empleo acaecida desde finales del verano boreal: si 1,2 millones de puestos fueron suprimidos desde principios de año, «más de la mitad de esta baja tuvo lugar en los últimos tres meses».

 Stephen Gallagher, economista de la Société Générale, reveló que había que remontarse al cuarto trimestre de 2001 para encontrar despidos tan masivos. Para él la cuestión ahora es saber si van a superarse los niveles de aquella época –la última recesión estadounidense– lo que le parece «posible».

 El agravamiento de la situación del empleo es uno de los desafíos inmediatos a los que se enfrentará el presidente estadounidense electo, Barack Obama.