3 Abstractos emergentes

3 Abstractos emergentes

POR AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
CHECO MERETTE (1973)
Pintor, dibujante, instalador. El caso de Checo Merette es atendible desde sus días de estudiante en la Escuela de Diseño de Altos de Chavón,  donde se gradúo de Bellas Artes e Ilustración en 1995. Ya antes de concluir sus estudios artísticos académicos, sus primeros trabajos  me llamaron especialmente la atención, debido a la evidente mezcla de sensibilidad, desenfado y profundidad con que llegaba a plasmar sus instintos, ideas y sentimientos más íntimos a través del dibujo y la pintura.

Su  temprana elección de un lenguaje pictórico basado en la utilización inteligente del gesto espontáneo, la mancha trasparente y la policromía exaltada, lo lleva a un ejercicio de libertad expresiva eminentemente lúdico, de unos resortes líricos de incondicional sugestividad, de una enfática voluntad de abstracción y de una enfebrecida compenetración existencial con el hecho plástico.

Obsesionado en la búsqueda de las percepciones y sensaciones límites a través del color, el gesto irracional y las formas abstractizantes. Pinturas como las tituladas: “Quien nos ve”(1992), “Es fuerte y tiene vida para salvarnos”(1993), “Terremoto”,(1992), y “Transformación de una Chiva, son resultados de un instante de hipercreatividad (1992-94)  en el que Checo Merette afronta la compleja necesidad de sondear los pormenores de su trayecto ontológico y de tantear los cimientos de sus propios recursos espirituales.

En una practica pictórica subvertidora de las estrategias del gusto tradicional, de los desfases culturales, perceptivos y políticos predominantes en la mayoría de las sociedades “occidentalizadas”, Checo Merette también se autocuestiona como ser humano y como artista de su tiempo. Así podría sostenerse la afirmación de que en su poética pictórica de rotundo aire informalista logra percibir y conceptualizar con gracia inobjetable una metafísica particular en torno a la multiplicidad de “pasajes” semioticos materializados,  transfigurados o contrastados como microfísica de la “con-fusión”, como territorio mixtificado y esplendoroso en el que se reactivan los elementos simbólicos de la naturaleza,  del sentido de la tierra, del tiempo, del mito, del mundo fáctico y de las circunstancias cotidianas.

ARIDIO GARCIA (1973)

Aridio García Nuñez nació en San Francisco de Macorís, en 1973. Entre 1989-1990 estudia dibujo y pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de su  pueblo natal, obteniendo calificaciones sobresalientes. Entre 1993 y 2000 se gradúa de Licenciado en Artes Plásticas, mención pintura, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Su obra ha sido exhibida en numerosas exposiciones colectivas, tales como: “Pintura y Escultura”, UASD (1997); “Exposición de Grabado”, UASD (1998); “Pintura y Grabado”, Ayuntamiento de Villa Altagracia ( 1990);“Huellas, Cuerpos y Signos”, Salón de Exposiciones UASD (2000);  “El tiempo en la Travesía de la Representación”, Salón de Exposiciones, UASD (2002);  “ Concurso Agro y Naturaleza”, Junta Agro-empresarial Dominicana (2002-2004). Actualmente es Profesor de Pintura y Dibujo y miembro activo del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP).

En sus trabajos más abstractos, García se nos presenta vital, ético e introspectivo a la hora de la estructuración formal del objeto pictórico. Estos trabajos nos permiten advertir su buena formación académica, su frescura expresiva y la distintiva atmósfera esplendorosa que se establecen en  sus mejores reacciones simbólicas.

En sus trabajos pictóricos, Aridio García aborda distintos aspectos de la espiritualidad y de la tradición judeocristiana, así como una serie de asuntos inquietantes, tales como la “miseria energética” que  disminuye la capacidad maquinal de la cultura material global y la devastación ecológica que altera de manera traumática la situación humana contemporánea. Aquí confrontamos la emergencia de una personalidad creadora en pleno proceso constructivo de un universo visual personal al que no se puede acceder sin poseer una excelente capacidad de asimilación y transmutación de la tradición pictórica dominicana.

Lucido y reflexivo ante la realidad y ante el propio acto creador; lúdico y atento ante la sensualidad y la magia inmanentes de la materia pictórica, en esta serie de obras, el joven artista nos deja ver de forma  efectiva su sensibilidad poética y su profunda convicción frente al hecho pictórico. Tal como sostiene Abil Peralta Aguero: “La pintura de Aridio García, dotada de un fuerte simbolismo plástico y de un sobrio lenguaje cromático, habla directamente con el espectador, invitando a la reflexión contemplativa sobre las líneas temáticas que agitan su preocupación artística y personal”.

NEY DIAZH (1974)

Pintor, diseñador, instalador, artista de la multimedia. Ney Díazh realizó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes y de Artes Publicitarias en la Universidad APEC (1993-97). En ese mismo año se gradúa en Bellas Artes e Ilustración en Altos de Chavón-La Escuela de Diseño. Ha participado en varias exposiciones colectivas nacionales y ha trabajado como diseñador en distintos medios de comunicación del país, tales como el periódico HOY  y la revista Ysabela, de la cual fue director de diseño entre el 2000 y 2002. 

En una serie de ejercicios pictóricos y dibujÍsticos de excitante impacto visual, tales como los titulados “Autismo”, “Postrado Limbo”, “Cinismo”, Despotismo”, “Farsa Foránea”, “Nosotros”, “Protesta”, “Ausencias y Sueños”, “Sentido” y “Cuerpos Maculados”, Ney Díazh despliega una busqueda estética de sensible apertura metafórica, notable instinto cuestionador y vehemente recursos expresivos.  En estos trabajos, él procede  resemantizando la imagen del cuerpo como signo  de la existencia en la cotidianidad del espacio urbano y como espejo  de la crítica situación de la condición humana contemporánea. Asimismo, Ney Díazh trata el tema del autismo no desde el punto de vista clínico, sino como  signo  de encerramiento, limitación, asfixia, censura o autocensura de la individualidad en los trágicos recintos citadinos.

Desenfadado en su gestualidad expresiva, penetrante en su frenético viaje hacia la introspección, discretamente efectivo en la deconstrucción poética de la luz de lo real, pródigo en sus variaciones cromáticas y juegos texturales, Ney Díazh es un abstracto emergente cuya potencialidad creativa e inquietudes humanísticas nos llevan a pensar seriamente en la posibilidad de trascendencia de su practica simbólica.

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