Los juicios por el procedimiento de comparecencia inmediata para los autores de disturbios que sacuden Francia desde hace una semana ya han llevado a la cárcel a 350 personas, y varios cientos más deben pasar por los juzgados.
La primera ministra, Élisabeth Borne, indicó ayer que hasta ayer cerca de 700 personas habían sido presentadas ante un magistrado con vistas a su inculpación y otras 800 estaban a la espera. Borne, que comparecía en la sesión de control del Gobierno en la Asamblea Nacional, recordó que el titular de Justicia, Éric Dupond-Moretti, emitió una circular dirigida a los fiscales para pedirles “una respuesta rápida, firme y sistemática para todos los autores” de altercados.
Esa circular incluye también una directiva para reclamar sanciones penales para los padres de menores de edad que no se preocupan de controlarlos y que los dejan participar en disturbios que se vienen produciendo desde que el 27 de junio, cuando un joven de 17 años murió por un tiro de un policía en Nanterre al tratar de escapar de un control con un automóvil que conducía sin carné.