BAGDAD, (EFE).- Ya son once los soldados estadounidenses que perdieron la vida el lunes en atentados y operaciones bélicas en diversas zonas de Irak, informó ayer el mando norteamericano.

Cuatro de los uniformados murieron por el estallido de un artefacto explosivo cerca del vehículo en el que se trasladaban, en la ciudad petrolera de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de la capital iraquí, precisa un comunicado.

En una segunda nota el mando militar estadounidense anunció que un infante de marina falleció por las heridas que sufrió en un atentado con bomba, mientras participaba en una operación bélica en la provincia de Salahadín 175 kilómetros al norte de Bagdad.

Otro militar cayó durante una misión en la provincia de Al Anbar, al oeste de la capital iraquí, se indicó en un tercer escrito.

Anteriormente, un portavoz del mando norteamericano informó de que cinco uniformados estadounidenses murieron también el lunes pasado en dos ataques con artefactos explosivos antitanque.  La fuente no especificó el lugar donde ocurrieron los incidentes.

Con esos muertos aumentan a 3,855 los soldados estadounidenses que han perdido la vida en Irak desde que se inició en marzo de 2003 la invasión y posterior ocupación del país por tropas internacionales encabezadas por EEUU.