FABIO R. HERRERA-MINIÑO
Hoy, cumple el leonismo dominicano sus 40 años de haber recibido su Carta Constitutiva de manos del presidente Internacional de la institución Claude De Voors, quien vino expresamente a tan importante evento. De esa manera culminó así la labor de orientación y de motivación, que habían realizado los leones portorriqueños, durante varios meses de 1964.

Esta ocasión, de un aniversario tan importante, que desde ese entonces ha permitido que miles de dominicanos y dominicanas ingresen a la institución de servicio más grande del mundo, para ver de como el leonismo se ha ido afianzando en el sentir de las comunidades, y sus miembros, son considerados como personas muy responsables en las mismas y en los cuales se puede confiar.

El leonismo llegó al país cuando la democracia se iba afianzando, y los portorriqueños, iban motivando a diversos dominicanos, desde catedráticos universitarios hasta empresarios aéreos, para finalmente, con el entusiasmo de Enrique Lugo Silva, dar origen a los primeros siete clubes que permitían establecer un distrito provisional, para lo cual, en diciembre de 1964, estaban dadas las condiciones para recibir la carta constitutiva del primer club Santo Domingo-Central. Los demás clubes que se formaron en ese primer momento fueron el Santo Domingo-Naco, Ozama, Luperón, Barahona, Santiago y La Vega.

De aquellos primeros clubes al día de hoy, en que ya hay más de 130 clubes repartidos en tres distritos, son muchas las obras que el leonismo dominicano ha venido realizando, destacándose sobremanera los esfuerzos desplegados para socorrer a las personas afectadas de males de la visión, como son las cataratas. Han sido centenares las operaciones que se han realizado para devolverle la visión a personas humildes, gracias al esfuerzo leonístico y al aporte realizado por la Fundación Internacional de Leones, quienes han donado más de $8 millones de pesos para tales fines.

Así mismo, los clubes de leones son parte esencial en cada una de sus comunidades para resolver problemas, que van desde aportarle camiones de bomberos a sus pueblos hasta donar sillas de ruedas a discapacitados, en una labor ejemplar, que se extiende sin privilegios a los sectores que necesitan de una mano amiga que los ayude en sus necesidades más perentorias. Esa labor se realiza mediante actividades de recaudación de fondos en las mismas comunidades, que confían en los leones, y con esos aportes, se logra llevar a cabo tales programas de ayuda.

El leonismo, como institución de servicio, agrupa sus afanes de ayuda a partir de 1917, cuando Melvin Jones, reunido en Chicago con sus amigos, consideraba que el mundo atravesaba una difícil situación, cuando la I Guerra Mundial azotaba al mundo occidental y Rusia se conmovía con su revolución y la pobreza se esparcía por todo Occidente. De ahí que los leones, que ya existían como instituciones caritativas, pero sin una dirección central, aportaron su nombre a una entidad que se esparciría por el mundo llegando hasta ahora a más de 185 países y agrupando más de un millón, 300 mil socios en la actualidad, distribuidos en más de 144 mil clubes.

La pasión, por las enfermedades de la visión en millones de seres, le llegó al leonismo por una motivación que le diera aquella famosa mujer, Hellen Keller, ciega y sorda, que llevó sus esperanzas y sus afanes por todo el mundo; el leonismo se hizo abanderado de la causa de la visión, que llegó a nosotros en la forma de otro programa de Baja Visión para los Niños, para los cuales la Fundación Internacional de Leones hizo una donación de $198 mil dólares para atender a ese segmento de la población que quedaría ciega en breve tiempo.

El aniversario de la llegada del leonismo al país sirve de motivación para que el país se dé cuenta de que tiene a su disposición una institución, cuyos miembros, buscan la forma de hacer realidad el lema del Nosotros Servimos. Esos entusiasmos y esfuerzos se transforman en ayuda directa a las comunidades, donde se trabaja de lleno en socorrerlos en sus necesidades, de manera que el esfuerzo que realizan las autoridades, se una a los aportes que llegan a través de las instituciones de servicio.

En definitiva el leonismo ha llevad a cabo una gran tarea de hermanamiento de mucha gente, que trabajando en el campo del servicio, han encontrado razones para crear una amistad sincera y con propósitos comunes de ayudar a los más desposeídos.