40 días por la vida. Estamos aún en cuaresma, el tiempo fuerte de la introspección y conversión. Oportunidad propicia de acercarnos más a Jesús, nuestro Salvador.
Valorar su sacrificio y cambiar de vida para seguirlo a Él. En otras palabras para trabajarnos en nuestra purificación interior. Recordamos los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto en oración y ayuno antes de entregar su vida por nosotros.
Y es que nos alejamos de Dios con nuestras continuas ofensas. Sobre todo, hay una que ofende terriblemente el corazón de Dios: matar inocentes, niños desde el vientre de sus madres.
La cultura de la muerte amenaza por todas las latitudes del globo terráqueo incluyendo a nuestro país, que siempre ha respetado la vida desde la concepción desde nuestra constitución, con el considerar despenalizar el aborto en tres causales.
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No hay ninguna causa que justifique la muerte de una criatura que Dios le ha dado vida. No matarás es el primer mandamiento de la ley de Dios.
Hay una bella iniciativa espiritual que busca la conversión de los corazones, y es llamada 40 días por la vida, y que inicio el miércoles de ceniza hasta el domingo de ramos.
¿De qué trata 40 días por la vida?
Es una campaña de oración 40 días por la vida en búsqueda de salvar vidas pacíficamente y terminar de una vez por todas con el aborto en una campaña sin precedentes que se extiende por toda la América Latina para pedir la erradicación del aborto.
El modo en que opera esta campaña es totalmente diferente y eficaz porque se centra en la oración.
Esta jornada de 40 días de oración y ayuno siguiendo el modelo de los 40 días que pasó Moisés en el monte Sinaí para liberar a su pueblo y los 40 días que estuvo nuestro Salvador Jesús en oración y ayuno en el desierto para librarnos del pecado y obtener para nosotros la transformación de nuestras almas.
En nuestro país, la República Dominicana, la Belén de América donde la cristiandad tuvo su primacía en el continente de la esperanza y donde siempre se ha respetado la vida desde su concepción hasta la muerte natural, se estará luchando espiritualmente porque corrientes malsanas y la cultura de la muerte pretenden introducirse en nuestras leyes con las tres causales, razones por la cual un reducido grupo de orantes que se turnan para que no se despenalice el aborto, rezan continuamente frente al congreso, mientras la inmensa mayoría lo hace desde sus casas.
Ninguna razón justifica la muerte de una criatura. Dios en sus 10 mandamientos ordeno: No matarás.
Por razones de espacio no podemos abundar sobre esto. Lo haremos más adelante. Lo importante es que oremos por esta intención.
Aunque todos no podamos ir si podemos unirnos en oración desde nuestras casas en un mismo y poderoso clamor a Dios para ganar esta batalla.
Dios está buscando corazones limpios
El pueblo dominicano se ha manifestado en su mayoría en favor de la vida, también desde nuestras cámaras legislativas.
Que Dios mueva a los corazones a respetar la decisión de nuestro pueblo y se apruebe nuestro código penal que custodie la inviolabilidad del derecho a nacer, derecho humano y divino y de nuestras consciencias.
Que así sea.