No olvidamos que el objetivo principal de nuestros niños y niñas y también de nosotros como sus maestros más allá de que aprueben satisfactoriamente todas sus materias es que aprendan y que estos conocimientos tengan sentido y pertinencia en el mundo actual.
Y si sumado a esto ¿hacemos de este proceso un camino divertido que puedan disfrutar? El ideal es que encuentren sentido en lo que hacen más allá del aula, más allá de la nota, y esta vuelta a clases post COVID es la perfecta oportunidad para canalizar ese entusiasmo de volver y retomar con aires renovados la alegría de aprender y de enseñar.
Luego de un año y 6 meses fuera de las aulas, nos preparamos y este próximo lunes 20, emprendemos 40 nuevas semanas en la que, al interior de cada comunidad educativa tendremos la oportunidad revivir la alegría de reencontrarnos y emocionarnos por volver a estar juntos y juntas. Pero ¿Para qué regresamos? ¿Por qué? ¿Bajo qué mirada y escenario lo haremos?
Entendamos que podemos lograr hitos importantes durante el aprendizaje a través de metodologías no puramente calificativas. Apartémonos por momentos de la óptica tradicional que apuesta por las pruebas como instrumento de calificación y abordemos otras estrategias para atraer a los alumnos a un escenario pedagógico más positivo.
La idea de “aprobar solo si estudias, aunque no te guste” no será efectiva; “aprobarás y disfrutarás el camino de aprendizaje que haremos juntos”, podría funcionar colectivamente y presenta a los chicos y chicas un futuro más motivante. Si el aprendizaje no emociona, no crea sed de “ir un poco más allá de lo evidente” y se limita a la memorización sin análisis será un día más para el olvido. No habremos cumplido la misión.
Vayamos paso a paso creando pequeñas intermediaciones para innovar. Haz que tus chicos y chicas se sorprendan, hazle saber- con hechos- que las cosas han cambiado y para bien; que volver a clases tiene un valor transcendental en sus vidas, que será impactante y les marcará positivamente, pero por sobre todo que tú como docente mantendrás la llama viva y vivirás con ellos y ellas el entusiasmo de unas nuevas 40 semanas llenas de solidaridad, comprensión, empatía y apoyo mutuo, que cuidaras de sus sueños y trabajarán juntos por ellos, que aprender y disfrutar de la escuela será la nueva normalidad.