BAGDAD (AP) _ Un conductor suicida detonó su vehículo lleno de explosivos el miércoles ante un centro de reclutamiento del ejército en el centro de Bagdad, dejando por lo menos 46 muertos, dijeron fuentes estadounidenses y testigos.

Este fue el segundo atentado suicida en dos días contra iraquíes que cooperan con la ocupación estadounidense, luego de un ataque el martes con un camión-bomba contra una estación de policía en el sur de Bagdad que dejó 53 muertos y varios heridos, entre ellos iraquíes que buscaban empleo.

La explosión del martes en el cuartel fue al menos el noveno atentado con un vehículo bomba en Irak este año y es posterior a las advertencias de funcionarios de las fuerzas de ocupación de que los rebeldes incrementarían sus acciones contra los iraquíes que colaboran con los extranjeros, especialmente antes de la planeada entrega del mando del país a un gobierno provisional iraquí el 30 de junio.

«Esto podría representar una nueva tendencia de la actividad terrorista, podría ser parte del patrón de intimidación en marcha que hemos visto recientemente», dijo el general de brigada Mark Kimmitt, jefe de operaciones militares en Bagdad, en una entrevista por correo electrónico con The Associated Press. «Hemos señalado varias veces que en el camino hacia la gobernabilidad podría haber un pico de violencia».

El coronel Ralph Baker, de la 1| División Blindada, dijo que en principio no se sabía quién era el autor del ataque, que por su «técnica operativa» parecía propio de la red terrorista al-Qaida o de un grupo afiliado, Ansar al-Islam.

La explosión a las 7.05 de la mañana se produjo en medio de cientos de voluntarios que esperaban enrolarse en el ejército, en un centro a menos de 2 kilómetros de la zona en que la ocupación estadounidense tiene sus cuarteles. Baker dijo que un hombre al volante de un Oldsmobile Cutlass Sierra blanco modelo 1991 detonó entre 135 y 225 kilos de explosivos.

El Ministerio del Interior dijo que el atentado dejó 46 muertos y 54 heridos.

El viceministro del Interior, Ahmed Ibrahim, dijo a la prensa que «este crimen» no «detendrá la marcha popular hacia la democracia».

El vocero militar, mayor John Frisbie, dijo que los muertos sumaban 36.

Los restos calcinados del vehículo quedaron regados por el camino ante el centro, mientras soldados y agentes investigadores, bajo una lluvia intensa, buscaban indicios en el lugar de los hechos.