49% de la población de AL no tiene una cuenta bancaria

49% de la población de AL no tiene  una cuenta bancaria

El 49% de la población de América Latina y el Caribe (más de 200 millones de personas) no tiene una cuenta bancaria, según cálculos del BID.
Eso hace muy difícil, no solo el ahorro, sino que las entidades tradicionales dispongan de datos suficientes de muchos ciudadanos para decidir si les conceden un crédito. «Eso hace que mucho de ellos o bien por regulación estatal o por decisión propia decidan no prestar dinero», afirma James Scriven, quien dirige BID Invest.
Explica que no tener herramientas financieras también agrava la brecha social que existe en la región, que ya de por sí es el escenario de la mayor desigualdad del planeta. «Hay mucha gente excluida por diferentes motivos: porque no tienen información sobre cómo acceder a los créditos, por la falta de conexión a internet, porque viven en zonas remotas… Pero ya existen numerosas vías para contrarrestar esto», explica Scriven.
Unos nuevos actores emergen en este nuevo mercado, las fintech (acrónimo de tecnología financiera en inglés). Son compañías tecnológicas emergentes que se sirven de algoritmos para conceder préstamos de forma más rápida y flexible que los bancos tradicionales. «La tecnología puede ser una herramienta muy útil para esto, como también lo es para un mayor acceso a sanidad, a educación…», indica Scriven. Muchas grandes firmas se están aliando ya con fintech para llegar a más gente.
Sin embargo, reconoce que «uno de los grandes retos es la informalidad laboral, si no estás registrado legalmente, esa persona se queda fuera, y en la región hay mucha gente en esa situación».
La ventaja de las fintech es que no hay que acudir a una sucursal, algo imposible para muchas poblaciones apartadas de los centros urbanos. «Algunos bancos creen que nunca les va a llegar la revolución tecnológica y van a morir», sentencia el director de BID Invest. Aunque no todo es transparente en estas empresas de crédito. Los algoritmos que usan han sido puestos en tela de juicio por sus sesgos, como los de género. «La inteligencia artificial aprenderá de los prejuicios y los corregirá», asegura Sriven. Las estrictas regulaciones, en muchos casos de principios de siglo, frenan en algunos casos el desarrollo en la región. En Chile, por ejemplo, el crowdfunding, las aportaciones económicas de diferentes mecenas a través de internet, es ilegal. Este es uno de los factores que frena también la llegada de capital extranjero. «Se podría decir en cualquier país del mundo los avances sociales y tecnológicos van más deprisa que los cambios legales. Por otro lado, los cimbronazos políticos que se están produciendo en la región no propician la llegada de inversores, es cierto».
En América Latina se ha estado abordando la importancia de que los países de la región tengan un marco institucional y de políticas que permita el crecimiento de la tecnología.

Regulación
Dado que el ahorro público y el bienestar económico están estrechamente relacionados con varias de las actividades de Fintech y para que la política que fomenta la innovación dentro del sector financiero crezca en la región, es necesario un marco regulatorio. Dicho marco regulatorio debe cumplir con los objetivos esenciales de proteger a los consumidores financieros, garantizar la eficiencia y la transparencia de la competencia y mitigar los riesgos sistémicos.

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