POR GERMAN MARTE
El 5% de la población adulta de los bateyes dominicanos está infectada con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), según las estadísticas más recientes. Este porcentaje es cinco veces la media nacional.

Los más afectados son los hombres en edades entre 40 y 44 años, pues en estos el nivel de prevalencia es de 12%. Se estima que en los bateyes residen unas 240 mil personas, por lo que los infectados podrían ser unos 12 mil individuos.

De acuerdo con Nicomedes Castro Salas, del Centro de Investigación y Apoyo Cultural y de Punto Focal Alianza Bateyes, estas cifras no son casuales, pues la prevalencia del VIH y del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es mucho mayor en las zonas de extrema pobreza, donde predomina el analfabetismo y hay falta de comunicación.

Y los bateyes reúnen todas estas características. Además, en la mayoría de las comunidades bateyanas no existen redes de salud para atender los problemas básicos, “imagínese cuando se trata de problemas como el VIH”.

Castro Salas hizo la observación al participar en el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio, encuentro al que asistió junto al director del Consejo Presidencial del SIDA (COPRESIDA), Alberto Fiallo Billini; la doctora Claudia Valdez, Sergia Galván, César Rosario y Ramón Acevedo.

Explicó que el primer obstáculo surge cuando hay que ir a hacerse los análisis, pues muchas veces la persona no tiene ni el pasaje, de ahí que antes de hablar de acceso a los antirretrovirales hay que pensar en el acceso a la alimentación para la gente de los bateyes, pues los medicamentos están disponibles.

Por eso –dijo- las 31 organizaciones no gubernamentales que laboran en los bateyes han conformado la Alianza de Bateyes, que promueve la movilización de la comunidad  para dar respuesta al problema del VIH/SIDA

Indicó que en el país hay un total de 240 bateyes en el sector público y ya se han formado promotores en la mitad de ellos, esto es una muestra de la importancia que se le da a la participación de la gente en la respuesta al problema.

También se han capacitado promotores en 25 de los 75 bateyes que hay en el sector privado, gracias a un acuerdo con el Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI) y la Casa Vicini.

En cada batey se está capacitando una persona para que sirva de orientador sobre el proceso de aplicación de pruebas. Además, por cada comunidad bateyana se capacitan 20 multiplicadores. En estos momentos ya hay 2,400 multiplicadores capacitados para hacer la campaña de sensibilización, orientación y educación para tratar de detener la expansión de la pandemia.

Por otro lado, indicó Castro Salas, se está estructurando un plan de atención de modo que las personas con VIH/SIDA reciban al menos las atenciones mínimas. En este programa se integran médicos pasantes y por lo menos se logra la atención primaria.

Calificó como desastroso el sistema de salud pública en los bateyes, “es una cosa de ausencia absoluta”. Y por eso el esfuerzo es mayor, para tratar de dar algún tipo de respuesta –dentro del marco de precariedad existente-.

Empero, la doctora Claudia Valdez, consultora en Atención Integral del COPRESIDA, aclaró que no todas las personas infectadas con el VIH califican para recibir los antirretrovirales que donan las autoridades, sino que deben cumplir con determinados criterios clínicos, deben estar en un determinado estado de deterioro para recibir la terapia.

Por eso, sólo un poco más de cien personas de los bateyes reciben los antirretrovirales, y hay otro grupo que está siendo evaluado para recibir los medicamentos.

PREVALENCIA POR REGIONES

Los niveles de prevalencia del VIH/SIDA son proporcionales al flujo de migración de manos de obra barata para la agricultura y la construcción.

Por eso no es casual que las zonas de mayor prevalencia sean precisamente el Noroeste, Cibao Central y el Este del país, “ese es el flujo de inmigración de mano de obra que va hacia el sector agropecuario, desde donde familiares succionan a otros y van avanzando hacia los polos de acumulación, que tienen que ver con la forma en que se desarrolló el país”, según explicó el director de COPRESIDA.

El doctor Alberto Fiallo Billini explicó que las zonas de mayor prevalencia son aquellas provincias donde hay facilidades portuarias, zonas francas, industria de la construcción y zona hotelera, las cuales demandan mano de obra barata, que a su vez guarda relación con el comercio sexual en los momentos de pico del turismo.

Precisó que de todos los factores que inciden en la alta prevalencia del VIH/SIDA en algunas zonas el determinante es el turismo, pues ya hay bateyes que se están despoblando, es decir que la caña de azúcar no es tan importante.

Entretanto, Castro Salas apuntó que la presencia de inmigrantes haitianos no es tan relevante en el caso de los bateyes, y se estima que apenas representan el 20% de la población bateyana, además ese 20% no está integrado por recién llegados.

Algo diferente ocurren en las zonas agrícolas, turística y donde hay desarrollo de la construcción. Y aquí también hay que darle respuesta a esa población.