En nuestra isla siempre es verano, lleno de luz y de un candente sol, no es para menos que como caribeños al fin nos gusten los espacios iluminados, sobre todo cuando esa luz se traduce en sensación de amplitud y felicidad.

1- Blanco

No puede quedarse, es el color iluminador por excelencia, puede reflejar hasta el 90% de la luz
por lo que resulta ideal para paredes y techos. Para darle un toque más cálido te ayudas con elementos en madera, plantas y fibras naturales.

2- Marfil

Si te asusta la sensación de frío del blanco, el marfil te ofrece más calidez, pues es de base amarilla y refleja el brillo de la luz.

Aquí tienes lo mejor de dos mundos, luz y calidez.

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3- Naranja

El tono del bronceado y del eterno verano, cálido y vivaz. Un tono luminoso que hará tus espacios brillantes. Si te asusta su atrevimiento puedes dejarlo como punto focal en el área más
oscura para aportar luz.

4- Verde menta

Este tono ligero y tranquilo refleja muy bien la luz, y su combinación con el blanco es para no fallar.
Es una alternativa para dar un toque de color sin ser demasiado osado.

Lo puedes lucir en tu casa en las paredes pintadas o en papel tapiz. Este tono es ideal para los que procuran tranquilidad en su hogar. También se lleva en muebles y cualquier acento.

5- Gris claro

Sobrio y elegante, un gran aliado en la decoración, pues combina fácilmente con muchos tonos y estilos. Para lograr que refleje la luz debemos irnos por sus tonos más claros, pues en sus tonalidades oscuras absorbe la iluminación.