República Dominicana es mucho más que sol, playa y arena. ¡Aquí tenemos de todo un poco!
Los dominicanos gozamos de hermosas reservas naturales que durante mucho tiempo estuvieron olvidadas, ocultas entre hermoso paisajes, una de estas fueron los saltos o cascadas.
Imponentes, deslumbrantes, rodeados de abundante vegetación y con hermosas aguas cristalinas: así son los saltos de aquí.
En un país tan caluroso como el nuestro, es toda una emoción visitar un salto.
Nada como subir una montaña para luego proceder a cerrar los ojos, abrir los brazos y lanzarse de un salto para caer en las profundidades de un río de vibrantes y frías aguas…
Y luego de esto, salir del agua, sentarse en una roca y escuchar el sublime sonido de las corrientes de agua deslizándose por las montañas. Sí, es toda una experiencia.
Si usted nunca ha visitado uno de estos preciados lugares que nos regala la madre naturaleza, ya es tiempo de que lo haga.
A continuación le recomendamos algunos de los maravillosos saltos y cascadas del país que de seguro lo dejarán ¡encantado!

Uno de los más populares: Salto del Limón

El Salto del Limón está ubicado en la comunidad del Limón, en Samaná. Con aproximadamente 50 metros de altura, es una cascada ubicada en medio de un bosque húmedo tropical, que desemboca en una piscina natural de agua sorprendentemente cristalina. Sus aguas se deslizan por una pared de color verde, debido a cientos de helechos y a la humedad de la zona. Para llegar al mismo se debe arribar al pueblo de Samaná, iniciar un recorrido en un vehículo 4 x 4, y después acceder al bosque vía caballo o caminando.
fuente externa

Salto de Damajagua y sus 27 charcos

Sumida en las hermosas colinas onduladas de la Cordillera Central, esta belleza natural forma parte del sistema de áreas protegidas del país. El monumento natural del río Damajagua está compuesto de 27 saltos de diversos tamaños. Allí los visitantes pueden nadar, saltar, deslizarse y escalar hasta más no poder. Es perfecto para los que aman las experiencias aventureras.

Salto La Jalda, en Miches

Se dice que es el más alto del Caribe, con más de 120 metros de altura. Se caracteriza por la hermosura de las blanquecinas aguas que se destacan en su caída.